Teoloyucan, Méx. Un grupo de trabajadores administrativos jubilados de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán campo 4 externó su apoyo al Secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), Carlos Hugo Morales Morales, para que se consolide la venta de 60 hectáreas del ex Rancho La Brisa, para que el 50 por ciento del dinero de la transacción sea distribuido entre 687 beneficiarios que pertenecieron a dicha organización sindical.

Los trabajadores administrativos jubilados del STUNAM, Marco Tulio Ramírez Sánchez, así como Andrés Rodríguez Isabel, asesor vitalicio de la “Asociación Civil de Copropietarios de Rancho la Brisa” que agrupa a 482 beneficiarios (entre 324 afiliados y 158 simpatizantes), en entrevista, plantearon que el secretario general del STUNAM “actúa de buena fe” al impulsar la venta del predio.

Ambos se dijeron estar inconformes por recientes declaraciones hechas a La Jornada, por personas que se identificaron como integrantes de la “Comisión de Propietarios del Predio la Brisa”, a quienes reconocieron como jubilados de la universidad, pero que no los representan y que no están de acuerdo con sus declaraciones.

El 16 de agosto pasado en la página web de La Jornada, integrantes de la “Comisión de Propietarios del Predio la Brisa”, dieron a conocer que están de acuerdo en la venta del predio pero que el Secretario General del STUNAM, en asamblea de agremiados, presentó una propuesta de precio de compra “muy bajo”, y pugnaron por “un precio justo” y un proceso transparente de venta.

Marco Tulio y Andrés Rodríguez explicaron que el predio fue adquirido por la UNAM y entregado a los trabajadores como una prestación laboral en el año 1994, quedando como propietarios en la escritura pública los sindicatos del STUNAM por parte de trabajadores administrativos y la Asociación Autónoma del Personal Académico de la UNAM (AAPAUNAM) de académicos; y la propiedad quedó al 50 por ciento entre las representaciones.

Marco Tulio Ramírez explicó que hace 30 años, en la porción de 30 hectáreas que corresponden al STUNAM, los trabajadores proyectaron la construcción de viviendas. Pero en el 2002, la mayoría de los 687 beneficiarios avaló la venta de las tierras, pero han transcurrido más de 20 años y no se ha consolidado la iniciativa; en tanto, ex trabajadores adultos mayores han fallecido esperando recibir un beneficio por sus lotes.

Andrés Rodríguez detalló que la venta se ha dificultado debido a que el predio presenta un “conjunto de broncas” legales y administrativas, pues, tiene problemas de límites territoriales entre Cuautitlán y Teoloyucan, requieren de cambio de uso de suelo, cumplir requisitos de la comunidad, factibilidad de servicios, de vialidades de ingreso y salida, entre otros.

Dijo que durante más de dos décadas “no hubo quien compre ni caro ni barato”, y al momento existe una propuesta de compra y pugnó porque “no se obstruya el proceso de venta”. Por ello, insistió en no estar de acuerdo con declaraciones hechas por sus contrarios debido a que “lesionan el interés” de los más de 400 integrantes de la “Asociación Civil de Copropietarios de Rancho la Brisa”.

Explicó que los 687 trabajadores beneficiarios, la mayoría jubilados, laboró en la FES Cuautitlán campos 1 y 4, en las dos clínicas y en el Rancho Cuatro Milpas, son mínimos los trabajadores activos. Desde el año 1995, recibieron constancias que los acreditan como beneficiarios de los terrenos otorgados por la UNAM.

Pero Marco Tulio y Andrés comentaron que la constancia mencionada no les da ningún reconocimiento legal sobre las tierras debido a que la escritura la tiene el STUNAM y el APPAUNAM, por ello, 42 trabajadores para tener certidumbre legal impulsaron un litigio de reconocimiento de sus derechos sobre igual número de lotes y desde el año 2014 por la vía legal ganaron su reconocimiento en la escritura pública; ahora esperan a venta del total de las 60 hectáreas.

“¿Qué vamos a pedir?, que el secretario general del STUNAM ejerza su facultad, que haga su valoración y que resuelva (la venta), a partir de la mejor propuesta que tenga sobre la mesa, punto, se acabó, eso es lo único”, agregó Andrés Rodríguez. “Mire algunos que ya tenemos arriba de 60 años, créame que no nos interesa el precio A o B, y más cuando hay más de 80 muertos que esperaron recibir el beneficio de las tierras”, que “no se obstruya el proceso de venta”, demandó.

En recorrido por las tierras, a invitación de trabajadores jubilados, se observó que se trata de terrenos baldíos, en una zona donde siembran maíz, y al ser tierras vírgenes no hay servicios básicos de electricidad, drenaje, al parecer hay un pozo pero desconocen las condiciones del mismo, es un amplio baldío de superficie verde y arbolado en algunos de sus extremos.