Ciudad de México. Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que las relaciones con la embajada de Estados Unidos están en pausa después que la semana pasada el embajador Ken Salazar hizo comentarios en abierta oposición de la reforma judicial, que fueron calificados como injerencistas por el gobierno mexicano, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadunidense emitió este martes una declaración de un tono más duro que el de Salazar.
“Instamos firmemente a la administración de López Obrador, así como a la administración entrante de Sheinbaum, a perseguir sólo aquellas reformas que mejoren las calificaciones profesionales, combatan la corrupción, protejan la autonomía judicial y fortalezcan la confianza de los inversionistas. Estas consideraciones son esenciales para preservar los valores democráticos y la prosperidad mutua que unen a nuestras naciones”, señaló el comité.
Los senadores estadunidenses Jim Risch (republicano de Idaho) y Ben Cardin (demócrata de Maryland), miembro de mayor rango y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, respectivamente, y Marco Rubio (republicano de Florida) y Tim Kaine (demócrata de Virginia), miembro de mayor rango y presidente de la subcomisión para el Hemisferio Occidental, respectivamente, señalaron en una declaración que “un poder judicial independiente y transparente es un sello distintivo de cualquier país democrático”.
“Nos preocupa profundamente que las reformas judiciales propuestas en México socaven la independencia y transparencia del poder judicial del país, poniendo en peligro intereses económicos y de seguridad críticos compartidos por nuestras dos naciones. También nos alarma que varias otras reformas constitucionales actualmente en discusión puedan contradecir los compromisos asumidos en el Acuerdo Comercial México-Estados Unidos-Canadá, cuya revisión está programada para 2026”, añadieron los legisladores.