Barcelona. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, se embarcó el martes en una gira de tres días por África Occidental, mientras la nación europea lucha por contener el número de personas que realizan el peligroso viaje atlántico en barco hasta las Islas Canarias.
El archipiélago español —situado cerca de la costa africana y utilizado como trampolín para los inmigrantes y refugiados que intentan llegar a la Europa continental— ha visto desembarcar en sus costas a más de 22.000 personas desde enero, según el Ministerio del Interior español, más del doble del número de llegadas irregulares en el mismo periodo del año pasado.
Sánchez inicia su visita en Mauritania y continuará con su gira dirigiéndose hacia el sur, a Gambia y Senegal. Las tres naciones costeras se han convertido en los principales puntos de partida utilizados por los traficantes para lanzar embarcaciones abarrotadas. Miles de refugiados malienses que huyen de la violencia y la inestabilidad se encuentran entre los que se embarcan en la peligrosa ruta atlántica hacia Canarias, así como jóvenes desempleados de Senegal, Mauritania y otras naciones de África Occidental que buscan mejores oportunidades laborales en el extranjero.
También hay cada vez más adolescentes y niños que viajan solos a las Islas Canarias, lo que ha desbordado al gobierno local responsable de su cuidado. Las autoridades españolas dicen estar preparándose para un número aún mayor de llegadas este otoño, cuando las condiciones de navegación en el mortífero océano Atlántico entre África Occidental y el archipiélago español sean más favorables.
Para hacer frente a este problema, se espera que Sánchez firme varios acuerdos bilaterales con sus homólogos africanos y refuerce la cooperación entre las fuerzas de seguridad españolas y locales que colaboran en la lucha contra el tráfico de personas. España también ampliará su programa de migración circular, que permite a los inmigrantes venir a trabajar temporalmente a España en sectores como la agricultura. Para abordar las causas profundas de la migración, el gobierno español dijo que también anunciaría inversiones a más largo plazo y asociaciones empresariales en los ámbitos del desarrollo, la conectividad y la educación.