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Gracias por el libro ¡Gracias!

26 de agosto de 2024 00:02

De veras debemos agradecer al presidente Andrés Manuel López Obrador la publicación de su libro ¡Gracias! (México, 2024, Editorial Planeta). Es un libro grande, de 555 páginas, sin pretensiones literarias, escrito como testimonio personal y dedicado sencillamente “a los jóvenes”, lo que indica que, como estadista que es, está pensando en el futuro, no de él: de la nación mexicana que pronto estará (nuestra generación va de paso) haciéndose cargo de continuar la obra encabezada por el autor de la obra.

Los agradecimientos que aparecen en la primera página no podían ser más certeros; a Pedro Miguel, el agudo escritor, cronista, periodista comprometido con muchas buenas causas, entre ellas, la 4T, y a Laura Nieto, su inteligente secretaria de mucho tiempo, ahora ya en los buenos tiempos del triunfo pero también en los anteriores, en los de inseguridad y zozobra de las épocas de la larga caminata hacia 2018, cuando fue el gran cambio, avanzando siempre cuesta arriba y con mil dificultades, carencias y obstáculos.

Desde luego, empiezo por recomendar el libro; hay que leerlo, eso siempre esperan sus autores, de un tirón o poco a poco (yo me tardé varios meses); no es la obra de un profesional de la literatura, es un testimonio humano, una larga narración, pero también mucho más que eso.

Empieza, como otras autobiografías famosas, desde el nacimiento; la primera frase del primer capítulo es esta: “Soy originario del pueblo de Tepetitlán, municipio de Macuspana, Tabasco, estado más tropical de México”. Y de ahí “pa’l real”; 20 capítulos y un complemento de notas.

La obra avanza como una crónica de su propia vida, pero no es sólo una biografía al modo de Las confesiones, de San Agustín, o del Emilio, de Rousseau. Es más, y es menos que eso. Encuentro en el libro lo siguiente, que no es poco: un relato de vida; un catálogo de valores y principios; un texto de historia, entremezclado con testimonios autobiográficos y con reflexiones; propuestas; denuncias; descubrimiento de héroes que antes de aparecer como personajes del libro, apenas eran conocidos por unos pocos. Pero también es un libro de ética política y, por tanto, de filosofía, y todavía más: es un libro de economía política, de derecho internacional, de praxis, de recuerdos, llenos de citas en prosa y en verso, gráfica y cuadros de datos y todo mezclado sin grandes pretensiones, como quien no quiere la cosa, pero le sale bien la mezcla. El libro interesa y atrae. Emotivo el cierre de la obra con el poema “En paz”, de Amado Nervo.

Pero, al mismo tiempo, no es fácil de leer, pero, eso sí, de lectura obligatoria y será un testimonio inapreciable para los historiadores del futuro que harán la reconstrucción de cómo sucedió el gran cambio político y social conocido como la Cuarta Transformación que hasta antes de 2018 parecía imposible.

AMLO, como se le identifica, entre anécdota y anécdota, da información y lecciones de: educación, pesca, delincuencia, alimentación, Poder Judicial, derechos humanos y decenas de temas más.

Por supuesto, dedica todo un capítulo a lo que ha denominado “humanismo mexicano”, ya casi al final de la obra, como resultado de todo lo anterior, como todo fundador, no pretende hacer todo solo y acabar con sus propias manos el proceso de cambio, deja los señalamientos para lo que sigue, para los pisos que vienen, como es lógico, el primero, el histórico que corresponderá a la nueva presidenta, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, primera mujer al frente del Poder Ejecutivo en toda la historia patria, que si bien tiene sus propios méritos y son muchos, recibe también una sólida plataforma, no sólo material, sino también de ideas y principios; frente al pragmatismo neoliberal y frente al libre mercado como motor materialista de la historia.

La presidenta electa y quienes la acompañan reciben una doctrina sólida y expuesta con claridad en ¡Gracias!, en materia social, abatir desigualdades, “en bien de todos, primero los pobres”; nunca rendirse, además no mentir, no robar, no traicionar. Si murieron las ideologías, queda una, ética popular, probada en la práctica, la de una revolución que se consuma en forma pacífica; sin un solo vidrio roto, sin un tiro, sin víctimas mortales.

Concluyo diciendo que procuré anotar las citas de personas mencionadas en la parte del libro que es la “crónica de una hazaña política”. Más de 100 menciones de políticos, compañeros de lucha, maestros, poetas, empresarios, clérigos, héroes nacionales, conocidos y desconocidos y, como el coro griego, presente siempre a lo largo y a lo ancho del escenario, el renovado pueblo mexicano, enterado de todo, politizado, alegre y principal protagonista también de esta historia que ve a diario la mañanera y que ahora tendrá un estupendo libro de cabecera: ¡Gracias!

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