Beirut. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió ayer que este no es el final
, después de que Israel y Hezbollah, respaldado por Irán, intercambiaron disparos en el sur de Líbano, en una escalada del conflicto en Medio Oriente, al tiempo que el líder de la milicia, Hassan Nasrallah, desmintió las afirmaciones engañosas
de Tel Aviv, que aseguró haber destrozado miles de lanzacohetes
, y anunció que el objetivo de la operación se logró, y más
, al impactar una base de la inteligencia militar cercana a a la capital israelí.
En tanto, el premier de Líbano, Nayib Mikati, llamó al cumplimiento inmediato de las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), mientras un alto funcionario estadunidense citado por Afp aseveró que Washington ayudó a rastrear el aluvión de cohetes y drones lanzados por Hezbollah contra territorio israelí.
Tanto Israel como Hezbollah aseguraron que apuntaron sólo a objetivos militares. El ejército israelí reportó que un soldado fue abatido y dos resultaron heridos. En el otro bando murieron dos combatientes de Hezbollah y uno de otro grupo aliado.
Una fuente de seguridad libanesa manifestó que al menos 40 ataques israelíes alcanzaron varias ciudades del sur.
Netanyahu aseguró que su ejército eliminó en Líbano miles de cohetes que apuntaban al norte de Israel y derribó drones que se dirigían al centro del país
, en una operación a primera hora de ayer que presentó como ataque preventivo
.
Nasrallah desmintió estas afirmaciones
y aseguró que sólo unas decenas de lanzacohetes
fueron destrozados. Añadió que el objetivo principal de la organización fue la base de Glilot, principal sede de la inteligencia militar israelí.
Repito: este no es el final de la historia
, expresó el premier israelí dirigiéndose al líder de Hezbollah y al gobernante de Irán, Ali Jamenei.
Agregó que deben saber que éste es otro paso en el camino para cambiar la situación a lo largo de la frontera norte
.
El presidente israelí, Isaac Herzog, declaró a la emisora CBS que las acciones de sus fuerzas evitaron una escalada y una guerra mayor
, pero admitió que la amenaza perdura.
Nasrallah expuso: evaluaremos el impacto de la operación y, si los resultados no son suficientes, responderemos en otro momento
.
Un portavoz del ejército israelí contó a Afp que la base de Glilot, que según medios israelíes también albergaría la sede del Mossad (la agencia de inteligencia exterior), no fue alcanzada
.
Hezbollah advirtió que ésta fue la respuesta inicial
al asesinato de Fuad Shukr, uno de sus fundadores, en un bombardeo israelí en Beirut el mes pasado. Nasrallah dijo que habrá más ataques porque todavía faltan las respuestas de Irán y Yemen
.
Nasrallah precisó que la ofensiva fue lanzada en dos fases: primero disparó 340 cohetes Katiusha” contra 11 objetivos militares en el norte de Israel y los Altos del Golán sirio, ocupados por Tel Aviv.
Después, lanzó drones desde el sur de Líbano y también, por primera vez desde el valle de Bekaa, en la frontera con Siria, que alcanzaron objetivos militares en profundidad.
Explicó que Hezbollah apuntó contra la base de la fuerza aérea israelí en Ein Shemer.
Sigue la alerta máxima
Nadav Shoshani, portavoz militar israelí, destacó que las evaluaciones iniciales revelaron muy pocos daños
en Israel, pero subrayó que el ejército seguía en alerta máxima. Confirmó que 100 aviones de combate participaron en los ataques.
Estados Unidos ayudó a rastrear los proyectiles que Hezbollah lanzó contra Israel, pero no participó en su derribo ni en los ataques, comentó un funcionario estadunidense de Defensa citado por Afp.
Varias compañías aéreas suspendieron sus vuelos hacia y desde Beirut y Tel Aviv. Para mediodía, el intenso intercambio había terminado, pero la situación continúa tensa.
Por su parte, Mikati llamó al cumplimiento inmediato de las resoluciones de Naciones Unidas, luego de sostener una reunión de emergencia ayer con sus ministros. Lo primero es detener la agresión de Israel y después aplicar las resoluciones
, especificó el premier al diario Al Joumhouria.
La coordinadora especial de la ONU para Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, y el comandante de los cascos azules en Líbano, Aroldo Lázaro, instaron tanto a Israel como a Hezbollah a un alto el fuego. El único camino sostenible para avanzar es el retorno al cese de las hostilidades, seguido de la aplicación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas
, consideró.