Al reconocer la lucha permanente por la búsqueda y presentación con vida de Rosendo Radilla Pacheco, emprendida por su familia hace 50 años, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) hizo un llamado al Estado mexicano para que “a la mayor brevedad” cumpla con la reciente sentencia de la jueza Karla Macías Lovera, en la que exige a la Fiscalía General de la República (FGR) procese a autoridades civiles y militares de alto rango implicados en el caso.
En un acto conmemorativo realizado en la Glorieta de las y los Desaparecidos, encabezado por Tita Radilla, hija del luchador social detenido ilegalmente por el Ejército el 25 de agosto de 1974, el representante adjunto de la ONU-DH, Jesús Peña Palacios, señaló que pese al medio siglo transcurrido, este “no puede ser un elemento que desacelere esa decisión del Estado, sino todo lo contrario, debe hacer más apremiante” sus obligaciones.
La conmemoración estuvo marcada de abrazos, la creatividad y por emociones motivadas por la añoranza de familiares del luchador social y de quienes buscan a sus seres queridos. Desde ese sitio en Paseo de la Reforma, convertido en un espacio de memoria, exigieron a las autoridades justicia y reparación por las miles de víctimas de graves violaciones a los derechos humanos.
“Desde el alto comisionado animamos sin lugar a dudas al Estado a que las legítimas demandas de Radilla, una vez más ahora amparadas por una decisión judicial, se cumplan y que tenga ese efecto transformador que tanto merece la familia”, enfatizó Peña Palacios.
Recordó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación analizó el expediente, lo que aunado a la sentencia dictada por el juzgado federal hace unos días “pone de manifiesto la importancia de la independencia judicial”, aseguró.
Esta independencia, abundó, “es un elemento tutelar para la protección de los derechos humanos y la lucha contra la arbitrariedad; las dos sentencias ponen de manifiesto lo que hemos dicho, que la independencia judicial no es una prerrogativa”.
Peña Palacios reconoció el “digno caminar” de la familia Radilla durante cinco décadas porque han hecho del caso de Rosendo “un referente que alimenta la llama de la justicia, que ha ayudado a centenares de familias a superar su miedo” frente a la desaparición de personas.