Madrid. Al menos un centenar de personas fallecieron y al menos 140 resultaron heridas este fin de semana en un ataque multitudinario contra civiles, militares y milicias aliadas que fue reivindicado por el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM, filial de Al Qaeda) en el centro-norte de Burkina Faso.
El incidente, confirmaron múltiples fuentes de seguridad, ocurrió en el municipio de Barsalogho, donde la población local estaba ayudando al Ejército y a integrantes de los llamados Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP), a cavar una serie de trincheras para defenderse precisamente de estas organizaciones terroristas que están asolando el país.
En un momento dado, una multitud de hombres armados comenzó a abrir fuego indiscriminado contra la población y las fuerzas de seguridad. La estimación de víctimas es preliminar y que el número de muertos podría incluso alcanzar los 200.
"Comenzaron a abrir fuego en todas direcciones y el pánico cundió inmediatamente", explicó un superviviente, bajo condición de anonimato, antes de denunciar que los miembros de esta comunidad, así como las de los alrededores, se habían negado en otras ocasiones a participar en esta clase de operaciones por temor a represalias de "los terroristas y sus cómplices" que campan por la región.
Los yihadistas también se apropiaron de un arsenal de armas e incluso de una ambulancia militar antes de darse a la fuga. Los heridos, de diversa consideración, fueron ingresados en un hospital cercano de la localidad de Kaya. Horas después, y en un comunicado, reivindicó la autoría del ataque en un mensaje acompañado con un vídeo de la carnicería, con imágenes de decenas de personas muertas, la mayoría civiles.
La junta militar que gobierna el país todavía no se ha manifestado de manera oficial sobre el ataque yihadista. Su líder, el capitán Ibrahim Traoré, ha asegurado en numerosas ocasiones que la lucha contra el terrorismo se ha convertido en la principal prioridad de su mandato y el motivo fundamental por el que el país decidió unirse a las juntas militares de Malí y de Níger en una alianza separada de los organismos regionales africanos y más próxima a Rusia, cuyo grupo de mercenarios Wagner está desplegado en estos países.