Panamá. En lo que va de año, más de 230 mil migrantes irregulares transitaron por Panamá con rumbo a Estados Unidos, precisó este domingo el Ministerio de Seguridad (Minseg).
De acuerdo con el comunicado, entre los caminantes que utilizan la selva de Darién como ruta terrestre predominan los venezolanos, seguidos por colombianos, ecuatorianos, chinos y haitianos, en ese orden.
Hasta julio pasado llegaron al istmo 133 menores de edad no acompañados y un total de 42 personas murieron en la peligrosa travesía, añade el informe.
Según las autoridades panameñas, el control de esos flujos corre a cargo de la banda criminal Clan del Golfo, de Colombia, al tiempo que alertan que los viajeros ilegales son víctimas de asaltos y violaciones, además de enfrentar los rigores de la jungla.
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Como regla, al llegar al istmo, los migrantes reciben atención de salud, alimentación y alojamiento en estaciones receptoras, donde también les toman datos biométricos.
Minseg precisó que en enero pasado entraron al país 36 mil migrantes, en febrero 37 mil 176, en marzo 36 mil 841, en abril 29 mil 259, en mayo 30 mil 747, en junio 31 mil 49, en julio 20 mil 519, y en lo que va de agosto nueve mil 497.
La reducción en la cifra de viajeros la atribuyen a medidas adoptadas por el corriente gobierno de José Raúl Mulino que cerró unos cinco pasos no autorizados en la jungla y comenzó la deportación de caminantes a sus países de origen en vuelos chárter, los tres últimos hacia Colombia, pagados por Estados Unidos, como resultado de un memorando suscrito el pasado 1 de julio.
El Servicio Nacional de Migración anunció que las próximas operaciones de este tipo se realizarán el 29 de agosto, con el retorno de ecuatorianos, y el 3 de septiembre hacia la India.