Myrnohrad. Civiles ucranios de la región de Donetsk huyeron este miércoles masivamente del avance de las tropas rusas, que mantienen su empuje en el este pese a la ofensiva lanzada por tropas ucranias en territorio ruso.
El ejército ruso tomó en las últimas semanas varias aldeas y se encuentra actualmente a unos 10 kilómetros de Pokrovsk, una localidad de unos 53 mil habitantes, que las autoridades ucranias llamaron a evacuar de forma urgente.
Periodistas de AFP cruzaron en la zona a Maksim, un minero de 40 años, que cuenta del ambiente "muy tenso" que reina en Pokrovsk. "Decidí irme porque la vida es más importante", explica.
Anatoli, de 60 años, relata que fue testigo de dos ataques. "¡Qué desperdicio! Gracias a Dios, todos están vivos, pero la gente se marchó", agrega.
Las autoridades regionales ordenaron el lunes la "evacuación forzosa" de familias con niños de Pokrovsk, una ciudad que se encuentra en una carretera que conduce a los bastiones ucranios de Chasiv Yar y Kostiantinivka.
Kursk, Pokrovsk, Niu York
El ejército ruso reivindicó el miércoles la toma de Zhelanne, unos veinte kilómetros al este de Pokrovsk.
El martes, anunció la captura del municipio de Niu York, presentado por Rusia como un importante núcleo logístico de las tropas ucranias, en la aglomeración de Toretsk.
Soldados y blogueros ucranios aseguraron sin embargo el miércoles que parte de Niu York seguía bajo control de las fuerzas de Kiev.
La ofensiva ucrania lanzada el 6 de agosto en la región rusa de Kursk concita la atención internacional porque ha levado las hostilidades al territorio del atacante, pero el epicentro de los combates sigue siendo la cuenca del Donbás, el este industrial de Ucrania.
Y las tropas rusas, que invadieron Ucrania hace dos años y medio, están mejor equipadas y son más numerosas que las ucranias.
En la región de Kursk, las fuerzas ucranias aseguraron el martes que controlaban mil 263 kilómetros cuadrados y 93 localidades, un poco más que el día anterior.
Su mayor captura reivindicada hasta el momento es la pequeña ciudad de Sudzha, que tenía 5 mil 500 habitantes antes de la incursión, a 8 kilómetros de la frontera con Ucrania.
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranias, Oleksandre Sirski, indicó que sus tropas "avanzaron de 28 a 35 kilómetros cuadrados en territorio ruso.
Ucrania afirma que esa operación pretende crear una "zona de amortiguamiento" en suelo ruso que aleje de Ucrania las plataformas de bombardeo, obligar a Moscú a redesplegar fuerzas de otros frentes e incluso usar esas regiones como moneda de cambio en eventuales negociaciones de paz "justas".
La ofensiva ucrania en Kursk, sin embargo, no parece haber aliviado hasta el momento la presión rusa sobre Pokrovsk.
Ataques cruzados de drones
Moscú sufrió durante la noche "una de las más importantes" ofensivas de drones ucranios desde el inicio del conflicto, anunció el miércoles el alcalde de la capital rusa.
Once drones fueron derribados, precisó.
Moscú y su región, a más de 500 kilómetros de la frontera ucrania, ya habían sido blanco de algunos ataques esporádicos de drones, sin llegar a ocasionar daños importantes.
Del lado ucranio, la fuerza aérea indicó que había destruido 50 drones rusos y un misil durante la noche. El jefe de la administración militar de Kiev, Serguéi Popko, afirmó que 10 de de esos artefactos habían sido interceptados cuando "se dirigían hacia la capital ucraniana".
El organismo de control ruso de las telecomunicaciones, Roskomnadzor, informó el miércoles de una breve interrupción de los servicios de mensajería Telegram y Whatsapp en Rusia debido a un "ataque DoS" (denegación de servicio), que consiste en colapsar un sistema informático sobrecargándolo de solicitudes.
Por otra parte, el Parlamento ucranio votó el miércoles a favor de la adhesión de Ucrania a la Corte Penal Internacional (CPI), con la esperanza de castigar a Rusia por presuntos crímenes de guerra cometidos en su territorio.
El tema es muy delicado en Ucrania, donde muchos temen que sus militares en guerra contra Rusia sean a su vez denunciados ante la CPI, que tiene por misión procesar a autores de genocidio, crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y agresión.
El parlamento había aprobado el martes un proyecto de ley que prohíbe la Iglesia ortodoxa vinculada a Rusia, que pese a su pérdida de influencia en los últimos años sigue presente en miles de parroquias ucranias.