Bogotá. Decenas de exguerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que firmaron la paz en el 2016 con el Estado se desplazaron forzosamente el martes junto a sus familias desde Caquetá, en el sur del país, luego de que en junio recibieron amenazas de disidentes de la extinta guerrilla que retomaron las armas.
En lo que el gobierno denominó una “caravana humanitaria”, los exguerrilleros y sus familias salieron de Miravalle, la zona amenazada; el grupo de 86 personas, que incluía 24 niños, transportaron en camiones sus muebles, electrodomésticos, mascotas y animales —como bovinos—, según informó la estatal Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN).
“Vamos a marcharnos del lugar, pero siempre con ese enfoque de seguir construyendo paz”, señaló el excombatiente Carlos Zamudio, quien vivía en Miravalle desde hace siete años. “Se siente un vacío enorme y sentimental”, lamentó en un video difundido por la ARN.
Los reincorporados a la vida civil fueron trasladados por el gobierno desde Miravalle, uno de los espacios establecidos en el acuerdo de paz para servir como lugares con seguridad, ubicado en el departamento de Caquetá, hacia El Doncello, un poblado a más de 200 kilómetros al sur del mismo departamento.
Los firmantes de paz en esa zona aseguran haber recibido amenazas de la disidencia Estado Mayor Central, que les habría ordenado abandonar Miravalle al acusarlos de ser “instrumentalizados” por la Segunda Marquetalia —otra disidencia FARC—, con la que se disputan el control del territorio.
Ante la amenaza, los exguerrilleros pidieron al gobierno ser reubicados por falta de garantías para su seguridad en la zona, luego de años de construir sus hogares y proyectos productivos como una panadería, siete proyectos de ganadería bovina de carne, un operador turístico y de rafting — llamado Remando por la Paz — que había sido resaltado como un caso de éxito de reincorporación a la legalidad.
El Doncello será un lugar de transición en el que los excombatientes desplazados permanecerán hasta que el gobierno nacional compre el predio en el que podrán ubicarse, señaló la ARN, sin especificar cuánto tiempo tomaría la transición ni en dónde estaría ubicado el nuevo terreno.
“El predio que arrendamos en El Doncello tiene varias casas donde una parte de las familias se van a alojar, pero adicionalmente estamos en el proceso de construir 16 alojamientos de emergencia”, señaló Tania Rodríguez, directora programática de la ARN.
El Partido Comunes —creado por los exguerrilleros que cumplieron el acuerdo de paz— lamentó el más reciente desplazamiento en Caquetá. “Con profundo dolor hoy nos despedimos de “El Filo”, nuestra casa en Miravalle. Quienes hoy obtienen beneficios de la perpetuación de la guerra insisten en perseguir a los firmantes de paz”, indicaron el martes desde X, antes Twitter.
Desde 2016, cuando se firmó el acuerdo de paz que puso fin a la guerrilla de las FARC, considerada en ese momento la más antigua de Latinoamérica, han sido reubicados por problemas de seguridad cinco grupos de exguerrilleros que permanecían en los espacios establecidos por el gobierno para su reincorporación.