Ciudad de México. La incertidumbre por posibles cambios al marco institucional en México, así como un cambio de administración y condiciones financieras más restrictivas han restado dinamismo a la inversión, provocando la suspensión de proyectos, por lo que el área de análisis económico de Ve por Más (B*+) realizó un ajuste en sus perspectivas de mediano plazo.
Durante el webinar: “Redefiniendo la ruta después de las elecciones”, Alejandro Saldaña, economista en jefe de B*+, sostuvo que hicieron un ajuste de perspectiva para el mediano plazo. Y es que si se concreta un modesto deterioro en el marco institucional (la confianza) y las condiciones financieras son más restrictivas, lo que restaría dinamismo a la inversión.
La Secretaría de Hacienda prometió disminuir el déficit de 6 a 3 por ciento en 2025. Puede ajustarse, pero las finanzas son más rígidas, hay un alto costo financiero; se elevaron los programas sociales a rango constitucional, introducir nuevos apoyos y creciente presión en pensiones; apoyo a Petróleos Mexicanos (Pemex); bajó el gasto operativo y en infraestructura básica. De ahí que es importante procurar la estabilidad macroeconómica.
No obstante, dijo, asumió que continuarán ciertos estructurales y oportunidades (reordenamiento industrial) y ejes estructurales que continuarán soportando el crecimiento económico de México.
Saldaña describió que se aumentó la incertidumbre local, pues preocupa que una mayoría calificada en el Congreso derive en aprobación de reformas que concentren más el poder, restan flexibilidad a las finanzas públicas, afecten el Estado de derecho y restrinjan espacio a la iniciativa privada.
Pero también existen factores externos que generan incertidumbre, como el riesgo de que ‘Donald Trump 2.0’ (por contender nuevamente a la Casa Blanca), asuma un discurso más agresivo, sea menos previsible y condicione el tema comercial a otros puntos. Entonces, revisión T-MEC puede ser álgida ante aumento en déficit comercial, mayor migración ilegal y crisis de opioides.
En el corto plazo, la atonía industrial en Estados Unidos limitará la exportación de México. La producción del principal socio comercial del país tuvo cierta mejora en el segundo trimestre, pero, de acuerdo con índices oportunos del sector manufacturero se mantienen en contracción.
Así, en México, la exportación creció apenas 3 por ciento nominal y la manufactura retrocedió uno por ciento, entre enero y mayo. Se estima que la industria estadunidense se reactive en 2025 y en 2026.
De acuerdo con el economista, la economía mexicana podría crecer 1.9 por ciento este año, uno de los pronósticos menos optimistas y sostiene que se siente cómodo con dicho pronóstico, hasta ahorita.
Por su parte, la depreciación del peso mexicano, la política agresiva de salarios mínimos y el alza en alimentos son riesgos para la inflación.
“El difícil panorama para inflación y volatilidad financiera cierra margen de acción para Banco de México. Sin embargo, la desaceleración económica permitirá otro recorte en tasas de interés este año; margen para más en 2025”, prevé Saldaña.