Tokio. La disminución de la población japonesa en edad de trabajar está provocando cambios estructurales en el mercado laboral que aumentan la presión sobre las empresas para que suban los salarios y los precios de los servicios, dijo el Banco de Japón (BoJ) en dos estudios publicados el martes.
Los resultados respaldan el argumento del banco central de que las crecientes presiones inflacionarias justifican una subida constante de los tipos de interés desde los actuales niveles cercanos a cero.
La remuneración de los trabajadores fijos se ha mantenido estancada a pesar de que la escasez de mano de obra se ha intensificado desde mediados de la década de 2010, a medida que las mujeres y los trabajadores de edad avanzada llenaban el vacío aceptando empleos a tiempo parcial mal pagados.
La tendencia está cambiando a medida que una reserva cada vez menor de mujeres y trabajadores de edad avanzada, el aumento de los que cambian de trabajo y un incremento en el salario de los empleos a tiempo parcial empujan a las empresas a subir el salario de los trabajadores permanentes, dijo el BoJ en un documento de análisis sobre el mercado laboral de Japón.
“La escasez de mano de obra está provocando cambios en el comportamiento de las empresas a la hora de fijar los salarios”, señala el documento. “Es probable que el margen para la oferta adicional de mano de obra se reduzca gradualmente, lo que se considera que mantiene la presión al alza sobre los salarios”.
Esta presión salarial está empezando a sustituir los costos de las materias primas como principal motor de la inflación, señaló el BoJ en otro documento de análisis sobre los precios del sector servicios japonés.
Servicios que van desde las clases de inglés a los masajes han tenido un incremento en sus precios a medida que los costos laborales siguen aumentando, según el documento.
“Con el aumento de la presión salarial, el comportamiento de las empresas en la fijación de precios está cambiando” y apuntalando los precios del sector servicios, que habían rondado el cero desde finales de la década de 1990, apuntó.
El BoJ puso fin a los tipos de interés negativos en marzo y subió los costos de los préstamos a corto plazo a 0.25 por ciento en julio, al considerar que una sólida recuperación económica mantendría la inflación de forma duradera en su objetivo de 2 por ciento.
El gobernador del BoJ, Kazuo Ueda, ha declarado que el banco central seguirá subiendo los tipos de interés si el crecimiento económico y la inflación se ajustan a sus previsiones.