Cada vez que Fabiola Ramírez se sumerge en una piscina, sueña. La nadadora mexicana disfruta cada metro recorrido, pues sabe que su esfuerzo la acerca a su objetivo: una segunda medalla paralímpica.

Me siento feliz cuando entreno, realizada y plena. Aunque nuestras sesiones son muy demandantes y terminas exhausta, forman parte del camino para llegar al éxito. Todos los días me levanto agradecida por tener la oportunidad de poder prepararme, comenta la deportista, quien portará el lábaro patrio en la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos de París.

Para Fabiola, la natación fue un salvavidas, no sólo por el hecho de ayudarla a convivir con su discapacidad, sino también porque es una figura del deporte en nuestro país.

La seleccionada de 34 años de edad sufre artrogriposis múltiple congénita, la cual impide el desarrollo de sus articulaciones y músculos. No me quejo por lo que me tocó, porque tengo a mucha gente que siempre estuvo a mi lado. Mis padres siempre buscaron lo mejor para mí, me enseñaron a ser independiente en lo académico y lo personal. Desde los tres años estuve en tratamiento en el Hospital Shriners de Houston, donde pude avanzar muchísimo para convertirme en lo que soy ahora.

Por recomendación médica, Ramírez comenzó a practicar natación, aunque a ella le hubiera encantado ser bailarina. A los 15 años, mientras practicaba en la Alberca Olímpica, destacó su talento con posibilidades de escala internacional. Mi papá me animó a intentarlo, aunque yo tenía muchas dudas y un poco de miedo. Desde entonces me volví competitiva y decidí que si iba a participar era para ganar. Cuando eres deportista así pasa, primero quieres estar entre las primeras 10, luego entre las cinco y, finalmente, quieres subir al podio.

En París, la nadadora vivirá su cuarta experiencia olímpica luego de asistir a las justas veraniegas de Pekín 2008, Río 2016 y Tokio 2020. En esta última subió al podio tras ganar la presea de bronce en la final de 100 metros dorso.

Viví uno de los mejores momentos de mi carrera cuando logré medalla. Fue tan bonito vivirlo que lo quiero repetir en París. Estoy muy contenta de formar parte de una delegación de atletas que lo van a dar todo por México.

La originaria de León, Guanajuato, es admiradora de la heroína de la independencia Leona Vicario. Es un personaje que me gusta mucho porque siempre luchó y defendió sus ideales. Además, también era una intelectual destacada, por lo que la admiro aún más.

No todo ha sido color de rosa para Fabiola, quien no logró asistir a los Juegos de Londres 2012.

Soy como el ave fénix, cuando estoy en el pozo, emerjo y tomó fuerzas. A veces he estado en las cenizas y he vuelto a encontrar esa motivación y hambre de triunfo. El deporte se trata de mucha perseverancia; de intentarlo una y otra vez, añadió la competidora, quien participará en las competencias de 50 y 100 metros dorso.

A Ramírez, quien suma 17 años de carrera, también le gustaría sobresalir en su otra pasión: el derecho laboral.

Tengo la intención de defender los derechos de los deportistas paralímpicos y de cualquier persona. Soy una persona de poco más de 1.40 metros, así que debo convencer a mis clientes con conocimiento. Soy terca y tengo mucha fuerza de voluntad para salir adelante.

México participará en los Juegos Paralímpicos con 67 atletas. La meta es superar las 22 preseas (7-2-13) logradas en Tokio, donde ocupó el sitio 20 del medallero. La justa será inaugurada el 28 de agosto.

Buena parte de la delegación nacional ya se encuentra en París, incluidos los multimedallistas Salvador Hernández y Ángeles Ortiz (atletismo), así como los seleccionados de boccia y el jefe de misión Juan Pedro Toledo.

La delegación de parataekwondo viaja hoy.