Buenos Aires. La etóloga y conservacionista británica Jane Goodall cree que aún existe una ventana de tiempo para frenar el cambio climático e insta a emprender acciones como la transformación de estilos de vida que considera insostenibles.
Tenemos una ventana, pero se está cerrando
, advirtió la científica de 90 años en la embajada británica en Argentina, adonde viajó como parte de una gira por Latinoamérica. No estamos usando nuestros cerebros colectivos para pensar una solución, y si esa solución generaría otro problema en otra área
.
Según Página 12, más de 2 mil personas acudieron para celebrar una vida dedicada al estudio de los chimpancés, trabajo en favor de las comunidades postergadas que viven en derredor de los monos en África, en defensa de los bosques y siendo una mensajera de paz. Con halo de maga, dice: Los días más felices de mi vida fueron en África
. Cuenta su historia. Habla de la rusticidad de los varones ocupando espacios de poder: Los chimpancés machos tienen actitudes autoritarias y muy agresivas. Me hacen pensar en algunos líderes políticos
.
Una larga fila de personas contorneaba las afueras del Centro de Convenciones de Buenos Aires, donde la investigadora ofreció una conferencia. Algunas vestían remeras con la silueta de un chimpancé. Otras llevaban en sus manos alguno de sus libros, los escritos por ella o sobre ella. Adultos, jóvenes y niños esperaban con expectativa.
Una cosa que podemos hacer es reducir estilos de vida insostenibles. Pensar en lo que necesitamos, no sólo en lo que queremos; pensar en los residuos o en distintas formas de agricultura
, afirmó con una vitalidad admirable.
No discutir, llegar al corazón
Mensajera de la paz de Naciones Unidas y fundadora del Instituto Jane Goodall, saltó a la fama en la década de 1960 por sus investigaciones sobre chimpancés en el Parque Nacional Gombe, en Tanzania, que revolucionaron la comprensión del comportamiento animal.
Desde entonces, su trabajo se ha expandido hacia la educación y el activismo ambiental, impulsando programas como Tacare y Roots and Shoots (Raíces y Brotes), que funciona en 70 países e involucra a jóvenes en actividades de conservación y desarrollo comunitario.
A pesar de enormes desafíos actuales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la pobreza, Goodall dijo que tiene esperanza en los jóvenes, en el intelecto humano y en la resiliencia de la naturaleza y afirmó que aún hay tiempo para convencer a los poderosos, en una época en la que muchos sienten que no hay nada que se pueda hacer para revertir el daño ambiental.
Muchas veces, cuando conoces a una persona que piensa diferente a ti, no tiene sentido discutir. Entonces lo que haces es tratar de llegarle al corazón. ¿Cómo llegas al corazón? Con historias. Las historias cambian a las personas. Tenemos que crear un mundo donde corazón y cabeza trabajen en armonía. Así es como tendremos el mundo mejor que necesitamos
, afirmó.
Goodall, quien vuelve dos veces por año a su paraíso
en África y planea seguir recorriendo el mundo para difundir su mensaje de esperanza. Mi próxima gran aventura a los 90 años va a ser morir. No sé si hay algo o nada después; si no hay nada, se terminó. Si hay algo, no puedo pensar en una aventura más grande que descubrir qué es. Tiendo a pensar que hay algo debido a experiencias que he tenido, que otras personas han tenido, experiencias muy poderosas
, concluyó.