La Paz. El presidente de Bolivia, Luis Arce, su gabinete económico y líderes de los gremios privados firmaron el viernes un acuerdo con miras a resolver la escasez de dólares y combustibles en el país por medio de créditos internacionales.
“El financiamiento externo es importante para introducir divisas en la economía nacional y por ello es necesaria la aprobación (en el Parlamento) de los créditos pendientes”, dijo a los medios el ministro de Economía, Marcelo Montenegro.
El gobierno y los empresarios privados se comprometieron en hacer seguimiento de las gestiones en el Congreso y con entidades internacionales para inyectar divisas en la economía.
La oposición de centro y de derecha y los legisladores afines al expresidente Evo Morales (2006-2019) han impedido la aprobación parlamentaria de financiamiento desde el año pasado.
Morales está enfrentado a Arce por la disputa sobre la candidatura presidencial por el oficialismo para las elecciones de 2025, aunque sólo el líder cocalero anticipó su postulación.
El gobierno ha señalado varias veces que en el Congreso están congelados 11 créditos internacionales por unos mil 39 millones de dólares, para diversas obras en el país.
Montenegro acotó que el poder Ejecutivo y los empresarios ven la necesidad de que se gestionen “nuevos financiamientos externos ante organismos internacionales que permitan la llegada de divisas a nuestra economía”.
Respecto a la escasez de combustibles, el gobierno se comprometió a facilitar trámites para que los empresarios puedan realizar importaciones directas.
El presidente de la patronal Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Giovanni Ortuño, señaló que “Bolivia vive una situación crítica en su economía y que, si no se toman medidas urgentes y efectivas, puede agravarse y volverse insostenible”.
La escasez de gasolina y diésel es recurrente cada dos o tres meses en Bolivia.
Desde el año pasado, el país reporta un menor ingreso de divisas, por una disminución de las ventas del gas, su principal fuente de ingresos hasta 2020.
El gobierno del presidente izquierdista Luis Arce debió echar mano de sus reservas internacionales para subsidiar el precio de los combustibles importados.
Bolivia compra de países vecinos el litro de gasolina a 0.86 dólares y lo vende localmente a 0.53 dólares.