Ciudad de México. En la jerarquía de las grandes carreras de ciclismo, la Vuelta a España es la puerta de entrada. Después sigue el Giro de Italia y desemboca en la sala real: el Tour de Francia. El fenómeno de los pedales, el esloveno Tadej Pogacar entró por ese umbral a los 19 años para dar inicio una trayectoria que hoy parece inalcanzable.

Por esa razón, en la primera etapa de la carrera ibérica flotaba ese recuerdo al ver al mexicano Isaac del Toro, una promesa reconocida en este mundo sobre ruedas, quien a los 20 años tiene la oportunidad de ser presentado en el circuito de las competencias de mayor abolengo y en un equipo de lujo, el UAE Team Emirates, el mismo que representa el de Eslovenia.

En su primera aparición, Del Toro terminó en el puesto 39. La tarea del mexicano en esta Vuelta consiste en ser el escudero del líder del equipo. El sacrificio de los peones al presionar, crear una burbuja, cortar el aire y poner la cara sirve para que su líder tenga menos desgaste a la hora de los duelos decisivos. 

Team Emirates tuvo un gran inicio, pues ayer en la prueba contrarreloj la conquistó el estadunidense Brandon McNulty con el tiempo más veloz en la historia de la Vuelta. El reloj registró 12 minutos y 35 segundos, un par de segundos antes que Mathias Vacek y con tres de ventaja a Wout van Art. Del Toro marcó 13 con 17, pero su fuerte es la resistencia en las batallas cuesta arriba. 

El bajacaliforniano sabe muy bien que este es su gran escaparate, así como lo fue de su compañero Pogacar, una de las ausencias más significativas en esta carrera y quien apenas hace unas semanas conquistó el Tour de Francia.