Harare. Varios líderes africanos se reunirán el sábado en Zimbabue, en una cumbre programada de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC, por sus siglas en inglés) en la que se podría analizar el tema de los brotes de viruela símica en el continente, aunque es menos probable que se aborden las preocupaciones internacionales sobre el historial de derechos humanos del país anfitrión.
Esta semana, la Organización Mundial de la Salud declaró los brotes de viruela símica en África como una emergencia de salud mundial. La región de la SADC incluye al Congo, donde se han presentado más de 90 por ciento de casos de mpox. Esta enfermedad ha estado presente durante años en el centro y el occidente de África, pero ha sido detectada en más de una docena de países africanos en este año, entre ellos algunos donde nunca antes se había reportado.
Los científicos también han identificado una nueva forma de viruela símica en el Congo, la cual podría ser más infecciosa. La OMS planteó la preocupación de que podría propagarse más allá de las fronteras internacionales, y Suecia ha reportado ya su primer caso de la nueva variante.
El partido sudafricano Alianza Democrática, que forma parte del gobierno de coalición, instó a los delegados sudafricanos de la reunión de la SADC que plantearan el tema de la viruela. En Sudáfrica y otras naciones del sur del continente sólo se han reportado unos cuantos casos, pero la Alianza Democrática señala que el grave brote en el Congo “muestra lo rápido que puede cambiar la situación”.
Mientras los jefes de Estado o sus representantes comienzan a llegar a la cumbre en Harare, la capital de Zimbabue, figuras de derechos humanos de la ONU y otros grupos han lanzado críticas por una presunta represión política ejercida por el gobierno zimbabuense, donde más de 160 activistas y miembros de la oposición han sido arrestados en los últimos meses.