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Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad asegura no tener "ningún fin político", aunque se le relaciona con el Frente Cívico Nacional, que el domingo pasado convocó a manifestarse contra la "sobrerrepresentación", frente al INE. Foto Cristina Rodríguez
16 de agosto de 2024 07:48

Desde su creación, en 2015, la tan mentada organización sin fines de lucro Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) se ha hinchado de dinero gracias a generosas aportaciones que, aseguran sus cabezas visibles, no tienen ningún fin político, aunque paradójicamente esos multimillonarios recursos en su mayoría provienen de agencias extranjeras, organizaciones filantrópicas y empresas privadas que brillan por su opacidad, corrupción e impunidad.

Luego de que el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez, divulgara una relación de aportantes a las finanzas de MCCI, de forma natural surge el tóxico Germán Larrea, dueño de Grupo México, que contribuyó con 5 millones de pesos (él que es el más mezquino entre los mezquinos) a la gran causa de luchar contra la corrupción y la impunidad, renglones estos en los que el barón y su familia han sobresalido desde los tiempos del ex presidente Miguel Alemán Valdés.

Qué generoso, pero es necesario subrayar que a partir de aquel sexenio, con plena corrupción y total impunidad, la familia Larrea (con papá Jorge a la cabeza) comenzó a amasar una fortuna de cuento de hadas –fundamentalmente con bienes y recursos del Estado–, a grado tal que esas prácticas que dice combatir MCCI han permitido colocar al junior Germán en el segundo lugar entre los ricos más ricos del país, con casi 30 mil millones de dólares.

A lo largo de su existencia, Grupo México ha regado tóxicos por toda la República perforada por la minería y, de paso, contaminado por doquier mediante su empresa ferrocarrilera (otrora del Estado); ha cometido homicidio industrial, depreda millones de hectáreas concesionadas, permanentemente viola la legislación laboral, participa ilegalmente en campañas políticas, provocó el peor desastre ambiental de la historia de la minería en México y mucho más, pero todo eso no alcanza para que organizaciones como la citada investiguen y publiquen de qué se trata.

Por ello, qué mejor ejemplo del excelente trabajo que realiza MCCI, pues a lo largo de su existencia a Germán Larrea nunca le ha tocado un pelo por corrupción e impunidad (menos por contaminación, homicidio industrial o violación de las leyes laborales), siendo que este barón es uno de los más destacados en la materia. Y tal vez no lo ha hecho, porque contribuye al sano funcionamiento financiero de esa organización sin fines de lucro, pero también porque Claudio X. González Laporte (papá de Claudito) forma parte del consejo de administración de (¡sorpresa!) Grupo México, lo mismo que Alfredo Casar Pérez, hermano de María Amparo del mismo apellido (la de la pensión trucha de Pemex), que preside la agrupación cazadora de corruptos e impunes.

Algo parecido sucede con otro generoso aportante y también miembro del consejo de administración de Grupo México: Antonio del Valle Ruiz (papá del junior con el mismo nombre pero Perochena de segundo apellido), otra joya de la oligarquía nacional, que en el salinato se benefició con la privatización del Banco Internacional, sólo para quebrarlo y ser rescatado por el Fobaproa a fin de extranjerizarlo a favor del grupo financiero británico HSBC. Obvio es que MCCI no lo ha tocado ni con el pétalo de una rosa, tal vez porque este personaje, junto con Claudio junior, fundó otra agrupación: Sí por México, también dedicada a sucias campañas mediáticas en contra de López Obrador.

Entre los mecenas de MCCI también aparecen las familias Chedraui (con la cadena de supermercados del mismo nombre, también de origen veracruzano); la familia Martín Borque (de la cadena de tiendas Soriana, destacada participante en las elecciones de 2018, obviamente a favor de Enrique Peña Nieto); Valentín Diez Morodo, la cabeza visible de la oligarquía en todas las agrupaciones de comercio exterior y otras áreas; una organización financiera (Compartamos) de los Legionarios de Cristo, y algunos más, todos metidos en asuntos política y fiscalmente oscuros, por decirlo suavemente.

De cualquier forma, para los genios de MCCI ello tampoco merece su atención, pues dicen que la corrupción y la impunidad está en otra parte, y en todo caso voltean hacia otro lado si de generosos aportantes se trata, por mucho que éstos sean los primeros en la lista. Y a la Casa Blanca también le vale.

Las rebanadas del pastel

Va por buen camino: Morena y sus aliados aprobaron en comisiones cambios a los artículos 27 y 28 constitucionales para devolver a Pemex y la CFE su carácter de empresas públicas del Estado mexicano y no de empresas productivas que les impuso la reforma energética peñanietista.

Twitter: @cafevega

 
 

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