La tercera sesión plenaria del XX comité central del Partido Comunista de China se celebró con éxito en Pekín del 15 al 18 de julio. En esta sesión se adoptó la “Decisión del comité central del Partido Comunista de China sobre una mayor profundización integral de la reforma en impulso de la modernización China”, la cual emite una firme señal de la inquebrantable determinación de China de mantener en alto la bandera de la reforma y la apertura. Me gustaría presentar las iniciativas específicas pertinentes con tres palabras claves.
En primer lugar, apertura. La Decisión identifica la apertura como el rasgo distintivo de la modernización china, y subraya que se requiere mantener la política estatal básica de apertura al exterior y el impulso de la reforma mediante ésta. Se ampliará a paso seguro en sistemas, se tomará la iniciativa en el acople a las reglas económico-comerciales internacionales de elevado estándar, y se profundizará la reforma del régimen del comercio exterior, así como el régimen de administración de las inversiones extranjeras y de las inversiones hechas en el exterior. Además, se optimizará la disposición de la apertura de las regiones y se perfeccionará el mecanismo impulsor de la construcción conjunta de alta calidad de la Franja y la Ruta. China ha implementado plenamente el Acuerdo de Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), el mayor TLC del mundo, ha promovido activamente la adhesión al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, por su siglas en inglés) y al Acuerdo de Asociación de la Economía Digital (DEPA, por su siglas en inglés). Asimismo, se ha acoplado proactivamente a las normas económicas y comerciales internacionales de alto nivel, y ha llevado a cabo activamente reformas y pruebas tempranas y piloto en áreas relacionadas. China ha firmado 22 TLC con 29 países y regiones, y cuenta con cinco socios de libre comercio en América Latina y el Caribe, lo que demuestra un alto nivel de apertura china y contribuye al desarrollo común global.
En segundo lugar, calidad. La Decisión subraya que la tarea primordial en la construcción integral de un país socialista moderno en China es el desarrollo de alta calidad. Se completarán los regímenes y mecanismos dirigidos al desarrollo de fuerzas productivas de nueva calidad conforme a las condiciones de cada lugar. Se apoyará a las empresas para que transformen y mejoren las industrias tradicionales mediante tecnologías de inteligencia digital y tecnologías ecológicas. Además, se completarán los sistemas impulsores de la integración profunda de la economía real y la digital, así como el sistema para aumentar la resiliencia y el nivel de seguridad de las cadenas sectoriales y de suministro, entre otros aspectos. Hasta mayo de este año, hay casi 70 ciudades (distritos) pilotos adaptadas al cambio climático en China, que proporcionan modelos reproducibles para el desarrollo urbano sostenible y la mejora de la resistencia al cambio climático. Hasta junio de este año, la capacidad instalada de generación de nuevas energías en China superó por primera vez a la de carbón, alcanzando los 1.180 millones de kilovatios. La ecologización de la producción y el suministro de energía está avanzando.
En tercer lugar, innovación. La Decisión señala que la educación, la acción científico-tecnológica y el personal de valía constituyen el soporte básico y estratégico para la modernización china. Se estimulará la llegada de universidades extranjeras de ciencia e ingeniería de alto nivel a China para fomentar la cooperación en gestión docente. Se configurará un régimen financiero dirigido a la ciencia y la tecnología, adaptado a la innovación científico-tecnológica. Además, se facilitará en mayor medida el despliegue de capitales de inversión y de riesgo por parte de inversores extranjeros en China, y se perfeccionará el mecanismo de apoyo y garantía para los talentos introducidos desde el extranjero. El año pasado, China ascendió al duodécimo puesto en el índice mundial de innovación. A principios de este año, los departamentos chinos pertinentes publicaron documentos para proporcionar apoyo político al desarrollo de la innovación industrial en torno a Internet de nueva generación, 6G, tecnología cuántica y otras industrias.
La apertura trae progreso, y la cooperación genera beneficios mutuos. Este año marca el inicio de la segunda década de la Asociación Estratégica Integral China-México, y las relaciones entre ambos países han resistido la prueba de diversas circunstancias, volviéndose cada vez más sólidas. De cara al futuro, la puerta abierta de China no se cerrará, sino que se abrirá aún más. La mayor profundización integral de la reforma sin duda inyectará un nuevo impulso a la modernización china y ofrecerá nuevas perspectivas para las relaciones entre China y México. China está dispuesta a unir esfuerzos con todos los países del mundo, incluido México, para buscar el desarrollo común y hacer mayores contribuciones a la construcción de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad.
*Embajador de China en México