El ex gobernador priísta Mario Marín Torres llegó ayer por la madrugada a su casa en la ciudad de Puebla, esposado y custodiado por agentes de la Guardia Nacional (GN) para enfrentar en arraigo domiciliario el proceso penal en su contra por el delito de tortura contra la periodista Lydia Cacho Ribeiro.
Marín Torres salió en los primeros minutos de este miércoles del penal de máxima seguridad de El Altiplano, en el estado de México –donde permanecía recluido desde enero de 2023–, luego de que el pasado 10 de agosto la jueza segunda de distrito, con sede en Quintana Roo, Angélica del Carmen Ortuño, modificó la medida cautelar.
Las autoridades del Centro Federal de Readaptación Social Número 1 permitieron que el acusado se retirara, una vez que comprobaron que ya no existían más causas penales en su contra.
Ataviado con una playera azul, Mario Marín abordó una ambulancia de la Guardia Nacional (GN). Su semblante parecía tranquilo mientras seguía las instrucciones de los elementos de la corporación.
Alrededor de las 4 de la madrugada arribó a su domicilio, en Puebla capital. En el operativo participaron tres unidades más de la GN, que custodiaron el trayecto de la unidad en la que iba el ex mandatario poblano (2005-2011).
Marín Torres deberá portar permanentemente una tobillera electrónica que permitirá a las autoridades ubicarlo las 24 horas del día y los siete días de la semana. No podrá salir de su vivienda, de la entidad ni del país (le fueron retirados el pasaporte y la visa); tampoco podrá acercarse a la víctima y se emitió una alerta a las autoridades migratorias.
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— La Jornada (@lajornadaonline) August 14, 2024
La mañana de este miércoles se observó poca actividad fuera de la vivienda, salvo el ingreso de un vehículo proveedor de televisión por cable.
Mario Marín está acusado de torturar a Lydia Cacho, quien escribió el libro Los demonios del Edén, que da cuenta de la red de explotación sexual infantil en la que participaba el empresario Kamel Nacif, amigo del ex gobernador de Puebla. En diversos medios se difundió una llamada telefónica entre ambos, en la cual el político prometía a su interlocutor que daría un escarmiento a la periodista por sus investigaciones.
En este contexto, el presidente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Néstor Camarillo Medina, puntualizó que ese instituto político no defenderá a Marín Torres del proceso penal que enfrenta; subrayó que por “malas decisiones” de “otros momentos” el tricolor se ha desgastado.
En conferencia de presa, aseguró que el PRI trabaja en el estado en dar “vuelta a la página”, con el propósito de hacer frente a los retos que están por delante. “Aquí hay un PRI renovado; estamos dando la cara con este nuevo presente, con estas condiciones”, agregó el también senador electo.
Camarillo dijo que el partido “no es abogado de nadie”, por lo que ignora las razones por las cuales la justicia federal cambió la medida cautelar al ex gobernador.