"Espero que con estas medallas nos sigan apoyando no sólo a mí, sino a todos los deportistas mexicanos. Que estas preseas sirvan para tener a un México unido", apuntó.

 

Osmar fue el mexicano con mejor actuación en la justa parisina al conseguir una plata junto a Juan Celaya en la prueba de sincronizados desde el trampolín de tres metros y un bronce en la competencia individual. 

 

Con estos metales, hizo historia como el segundo clavadista mexicano que consigue dos preseas en una misma edición olímpica. El primero fue precisamente Joaquín Capilla quien obtuvo cuatro preseas, dos de estas en Melbourne 1956, cuando ganó oro y bronce. 

 

"Admiro a Joaquín Capilla por su carrera deportiva, una de mis metas es alcanzarlo. Es mi motivación ver que cada vez estoy más cerca de estar en su nivel", dijo Olvera. "No sólo me gané un respeto en esta competencia ya venía haciéndolo en torneos pasados, ahora a seguir mejorando para que nos den el oro", celebró.

 

Los logros de Osmar tienen el impulso de la entrenadora de origen chino Ma Jin, quien ha sido clave en años recientes para que México se consolide como potencia internacional en los clavados al darle cuatro preseas olímpicas en esta disciplina al país.

 

"Ma jin es muy importante para los clavados mexicanos. A mí también me ha ayudado, sino fuera por ella no tendría estos resultados.

 

Le gusta exigirse tanto a ella como a nosotros. Hacemos una gran mancuerna, esa es la clave de su éxito, siempre quiere más", aseveró Olvera mientras porta con orgullo las dos preseas que lo han convertido en referente de los clavados.