Moscú. De creer los partes de guerra oficiales que proporcionan Moscú y Kiev sobre los combates en la región rusa de Kursk, podría pensarse que una de las dos partes miente porque es imposible que reporten resultados antagónicos: el ejército ruso sostiene que continúa frustrando los intentos de avanzar del enemigo, ofreciendo cifras de numerosas bajas ucranias y blindados destruidos, mientras las tropas ucranias aseguran que controlan cada vez más localidades rusas y sus unidades de asalto se sitúan cada día más lejos de la frontera, a la vez que ofrecen crear “un corredor humanitario” para la población rusa que quiera ser evacuada a Ucrania.
Y si ambos dicen la verdad sólo informan lo que más les conviene y ocultan los éxitos del enemigo.
Este miércoles, el noveno día de los combates en Kursk, el panorama de lo que está pasando ahí se complicó por dos razones: la primera, ambos bandos libran también otra batalla, la de la desinformación, y la segunda, el Parlamento ruso amenazó con endurecer las penas por difundir “noticias falsas” que se interpretó como un claro mensaje a los blogueros-Z, periodistas y analistas rusos que apoyan la “operación militar especial”, pero critican a la cúpula militar, para que dejen de hablar de los avances de las tropas ucranias.
Rusos y ucranios -por poner sólo dos ejemplos– difundieron este miércoles fotografías y videos de prisioneros del enemigo, pero la contraparte revira, sin negar que son sus soldados, que no los apresaron en Kursk o que las imágenes del impacto de un misil que destroza un carro blindado en Kursk, es verdadera pero ocurrió el año pasado y en suelo ucranio. No hay forma de verificarlo.
El caso de Sudzha, localidad principal del distrito homónimo, merece mención aparte, y todo sucedió este miércoles: el comandante en jefe del ejército ucranio, Oleksandr Syrskyi, informó por videoconferencia al presidente Volodymir Zelensky que el distrito entero se encuentra bajo control ucranio. “Concluyó la búsqueda y aniquilación del enemigo en la localidad de Sudzha. En lo que va de este día avanzamos, en diferentes direcciones, uno o dos kilómetros y también hicimos más de 100 prisioneros”, afirma el general en el fragmento del video que subió Zelensky a Internet.
En declaraciones al noticiario del canal de TV ruso Pervy, Apti Alaudinov, subjefe de la dirección general político-militar del ejército ruso y comandante de las fuerzas especiales de Chechenia en Kursk, aseveró que “hoy (miércoles) en Sudzha también hay unidades del ejército ruso. El enemigo rodea la ciudad y entró ya en algunas partes, pero no puede decir que controla por completo Sudzha porque no lo controla (sic)”.
Poco después el canal de TV ucranio 1+1 publicó un reportaje desde el centro de Sudzha a cargo de Natalia Nagornaya, enviada de TNS (siglas en ucranio del Servicio de Noticias por Televisión), quien mostró las calles vacías de la ciudad, entrevistó a un grupo de mujeres que estaban escondidas en un sótano y, para cerrar, salió a cuadro para decir: “Y ahora nos encontramos en el centro de Sudzha en el momento histórico en que la bandera tricolor rusa cae al suelo”, arrojada por dos combatientes ucranios de lo más alto de un edificio.
En las redes sociales rusas varios informadores pusieron en duda la veracidad del reportaje al indicar que esa bandera no estaba en el edificio de la administración de Sudzha, sino en el de una escuela a 300 metros y por haber sido grabado y no en directo ya que al emitirse la periodista ya había regresado a Ucrania.
Sin embargo, el bloguero pro Kremlin Serguei Koliasnikov publicó en su canal Zergulio: “Por supuesto que el ejército ucranio ocupe un centro distrital da coraje, produce dolor y pena. Pero las mentiras sobre este tema empiezan a parecer toda una payasada. Los nuestros como no estaban, siguen sin estar. Sólo hay sonoras declaraciones y promesas”.
MIjail Vinogradov, presidente de la Fundación “Política de San Petersburgo” compartió un análisis de cómo está informando la televisión pública rusa sobre Kursk. Basándose en el noticiario de las 15:00 en el canal Pervy, el politólogo menciona que le dedicó a lo que llama “la situación” en la región de Kursk 85 segundos, separándola de la “operación militar especial”; puso énfasis en el número de las bajas ucranias y de blindados destruidos, sobre todo “estadunidenses y británicos”; destacó que el ejército ruso “continúa cortando los intentos de avanzar” de las tropas ucranias; no publicó ningún mapa, mencionó localidades de poca importancia y no dijo ni una palabra sobre Sudzha, Kurchatov o Lgov; llamó “saboteadores” a los prisioneros ucranios que mostró.
Y mientras Rusia bombardeó la región ucrania de Sumy, desde donde entraron las unides ucranias a territorio ruso el 6 de agosto anterior, y el gobernador de Kursk, Aleksei Smirnov, anunció esta noche (miércoles) la evacuación obligatoria de toda la población del distrito de Glushkovo (antes de febrero de 2022, tenía 20 mil habitantes), Ucrania desde hace varios días hace lo propio en su zona fronteriza y aseguró también esta noche (miércoles) que, en la madrugada del 14 de agosto, atacó cuatro aeródromos militares en las regiones rusas de Kursk, Voronezh y Nizhny Novgorod que servían de base para los cazabombarderos SU-34 y SU-35, así como depósitos de combustible.