Ciudad de México. En el sistema financiero mexicano, tanto los bancos como las instituciones no bancarias que se dedican a ofrecer productos de crédito y ahorro a los consumidores han emprendido una carrera para convertirse en los denominados neobancos, entidades que se caracterizan por tener todas sus operaciones por vías digitales, afirmaron especialistas del sector.
Este tipo de instituciones han dado una “ganancia social” al país, ya que han logrado llegar a una gran parte de la población que tradicionalmente no tenía acceso a servicios financieros, especialmente en las comunidades más rezagadas, pero es necesario que las autoridades del sistema financiero trabajen en una regulación de vanguardia para su incorporación a la vida cotidiana que proteja a los consumidores y que no inhiba la modernización, abundaron.
En un seminario organizado por México Exponencial, Victor Carreón, académico del Centro de Investigaciones y Docencia Económicas (Cide), indicó que en la actualidad, las Sociedades Financieras Populares (Sofipos) que nacieron de forma digital, y los bancos han lanzado la gran mayoría de sus servicios, si no es que todos, a las vías digitales, una tendencia que no parará en los próximos años.
Consideró que este tipo de jugadores son necesarios en el sistema nacional si el objetivo que se tiene es que más personas tengan productos a servicios financieros, puesto que se tiene demostrado que los nuevos participantes, como puede ser el caso de las sofipos digitales, han penetrado sectores de la sociedad que históricamente estuvieron excluidos.
Ejemplificó que tan solo el año pasado, este tipo de instituciones otorgaron al menos el 40 por ciento de las nuevas tarjetas de crédito que se dispersaron en el país y su nicho de mercado son los municipios en los cuales no existen bancos, instituciones de crédito e incluso no se tiene presencia de corresponsales bancarios.
“Llegan a comunidades rurales de menos de 2 mil habitantes que cuentan con un muy alto rezago, donde no hay una sucursal bancaria o un corresponsal, llegaron por los medios digitales y en el futuro las nuevas generaciones solamente entrarán al sistema por los medios digitales… Estas instituciones deben de ser eficientes, si lo son sobreviven.
“Hacia allá vamos y por lo tanto la regulación debe caminar a esa dirección, se debe tener un marco regulatorio, que de forma esencial, proteja al consumidor, que proteja al usuario de los servicios digitales y que además no inhiba la innovación, porque si lo inhibe la ganancia social que tenemos se va a perder”, expresó Carreón.
Según Carreón, que también se desempeña como presidente del Consejo consultivo de finanzas digitales de México Exponencial, precisó que “en los últimos tres años, se han hecho nueve solicitudes para constituir bancos digitales. De ellas, por lo menos cinco siguen pendientes, y las que se autorizaron fueron para entidades que ya operaban como banco”.
José Aurelio Sáenz, consultor de bancos y entidades financieras digitales, expresó que aunque las autoridades del sistema mexicano han innovado en materia de nuevas leyes que regulen a las instituciones de crédito, como lo fue la llamada Ley Fintech, ahora es elemental que se modernice para que el país avance.
“Hay fintechs que no ofrecen productos de crédito o ahorro, si no que ofrecen soluciones tecnológicas… Cuando hay digitalización hay mayores retos regulatorios y esto conlleva nuevos riesgos de ciberseguridad y se debe cuidar la continuidad operativa y que no se contaminen las instituciones”, agregó el consultor.