Ciudad de México. Los socavones en la Ciudad de México van a seguir siendo un problema
por las características geológicas de la capital, que está construida sobre una serie de lagos que fueron secados de manera artificial, pero sigue estando el sedimento que en temporada de lluvias se reblandece con el paso del agua hasta que se forma la oquedad, explicó Rafael López Martínez, investigador del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En entrevista, López Martínez, quien participó en las investigaciones de la oquedad que se formó en Santa María Zacatepec, Puebla, en 2021, comentó que difícilmente se puede prevenir la aparición de huecos en las calles de la Ciudad de México, porque no los vemos
. Lo mismo ocurre con los boquetes que se producen por fugas de agua, que tampoco son visibles.
Los socavones siempre han sido una parte importante de la historia de la Ciudad de México y va a seguir así
, por lo que se requieren estudios geofísicos, que es la única forma en la que nosotros podemos asomarnos y mirar qué hay en el subsuelo. De otra forma, es casi imposible, es un tema extremadamente complicado
. Además, los análisis del suelo no son baratos, al tratarse de métodos geofísicos, indicó.
Aunque no existen dos socavones iguales, en cualquier caso el factor común es el paso del agua, ya sea de lluvia o por una fuga en la tubería, expuso el investigador. Comentó que pueden realizarse estudios en las zonas donde hay registros históricos, pero precisó que no necesariamente pueden tener el mismo origen.
El investigador Rafael López aseguró que se pueden colocar carpetas asfálticas más amables con la circulación del agua. En la imagen, trabajadores de Sacmex reparan un boquete que se abrió en la alcaldía Benito Juárez esta semana que terminó. Foto Alfredo Domínguez
Expuso que si bien no se puede evitar la aparición de un socavón, sí es posible mitigar el efecto, por lo que se pueden realizar estudios para colocar carpetas asfálticas que sean más amables con la circulación del agua. Hay concretos que son más permeables, además de que se puede tratar el socavón para que no siga creciendo
.
El martes pasado, en la calle Don Luis, en su cruce con Plutarco Elías Calles, en la alcaldía Benito Juárez, la ruptura del drenaje provocó un gran socavón. El miércoles se originó otra oquedad de 5 metros de profundidad y unos 10 metros de largo en el Eje 5 Sur y Río Churubusco, en Iztapalapa. El jueves se movilizó personal de Protección Civil por la aparición de un nuevo hueco en la calle Vista Hermosa, en la colonia Lomas de San Lorenzo, también en Iztapalapa.
En este último lugar, a unos cuantos metros, en 2007 se abrió un socavón en el que cayó un vehículo y falleció el conductor. También el jueves pasado, en la colonia Industrial Vallejo, en Azcapotzalco una fuga de agua causó el reblandecimiento en la calle Poniente 122, entre Norte 45 y Norte 35.