París. El neozelandés Hamish Kerr ganó este sábado la presea de oro en el salto de altura olímpico masculino con una mejor marca de 2.36 metros tras una larga y agotadora definición, con lo que consiguió la primera medalla de su país en la prueba.
El qatarí Mutaz Barshim, defensor del título, se colgó el bronce con una mejor marca de la temporada de 2.34 metros.
Sus fallas en saltar más alto desataron una guerra de desgaste entre Kerr y el estadunidense Shelby McEwen en su lucha por el oro tras la decisión mutua de no compartir el escalón más alto del podio.
Ambos empezaron a cansarse y no lograron superar los 2.38 metros en tres intentos. El listón se volvió a bajar a 2.36 metros y luego a 2.34 metros. Kerr fue el primer en superar la barra a esa altura para finalmente adjudicarse la victoria.
Tras superar el listón, el neozelandés corrió hacia el centro del campo y se dejó caer sobre la hierba con alegría y alivio. También fue un resultado impresionante para McEwen, su mejor marca personal y una enorme mejora después de terminar en el puesto 12 en los Juegos de Tokio 2020.
Es probable que Barshim tuviera una sensación de déjà vu al ver el duelo. Tras el empate en la final de Tokio, él y el italiano Gianmarco Tamberi decidieron compartir la medalla de oro.
El qatarí hizo una voltereta sobre la colchoneta tras su último salto, y el bronce se convirtió en su cuarta medalla en otras tantas participaciones olímpicas.
Tamberi, aquejado de un cólico nefrítico, quedó fuera de combate al principio de la competición, angustiado tras no superar los 2.27 metros.