Ciudad de México. Con un apabullante concierto el planeta musical de Bruno Mars inauguró el flamante Estadio GNP Seguros de la Ciudad de México, la lumínica presentación del hawaiano y sus estupendos músicos trasformados a veces en una boyband y otras en coreografía/combo de bailarines para el lucimiento de Mars, quien se rindió a los inagotables gestos de cariño de un inmueble abarrotado. Y la cereza del pastel llegó en el ocaso de la presentación cuando tocó El sonidito, precedido de El cielito lindo, entre las sorpresas incluidas, y conjuntó/hermanó al sólo público .
Su monumental gira de Bruno Mars hizo la primera parada parada de tres pactadas con el público mexicano: “Ya estoy de regreso México”, dijo el músico quien comenzó su show arriba para no dejarlo caer en la hora y 45 minutos que duró el show.
Todo estuvo reluciente en la inauguración del Estadio GNP, el público llegó en parejas, grupos y algunos en solitario con el ánimo festivo. “Ya oliste Bro, los baños huelen a nuevo”. “Sí es que son nuevos... Le dije a Lety que me iba a ver a Bruno Mars y nada más me dijo: ¡¡¡Haaa!!!, ¿vas a ir con el Beto?”. “No, mames me echó la bronca”. “No pasa nada, le llevo su playera y su bolsa y ya”; se escucha en uno de los restaurados sanitarios secos del Estadio GNP.
No únicamente los sanitarios lucían flamantes, pues la cirugía mayor de la tercera trasformación del inmueble de la Magdalena Mixhuca, para convertirlo en Estadio GNP Seguros, la restauración fue tangible en prácticamente todos sus aspectos, desde la concha naranja que cubre el techo hasta el rencarpetado del inmueble y sus alrededores. Además de la sillería, pintura, señalización y optimización de los accesos. “Les quedó bonito”, mencionó Stephanie quien se definió como la fanática número uno de Bruno Mars: “Lo amo”, agregó.
El catorce veces ganador del premio Grammy y treinta veces nominado al mencionado galardón, Bruno Mars, cantó, bailó, tocó en solitario y hasta bromeó haciendo una llamada a una imaginaria mujer, pero todas las mujeres en el Estadio GNP, que se contaban por miles, se pusieron el saco y cada una de ellas contestó a la ilusoria llamada de Mars: “Te extraño mucho mamacita… quiero todo contigo mamacita”, frases en español que puso al borde del debraye a las féminas del Estadio GNP.
Sus bailes fueron muy vistosos, casi flotando, casi como si fuera una marioneta manipulada con hilos invisibles del Dios del Funk. Claro las luces estroboscópicas fueron determinantes para acentuar su baile que por mementos remitieron al Dios del Pop: Michael Jackson.
Bruno Mars recordó con una mezcla de cariño e inocencia: “Me encantó que cuando se dio la noticia de que visitaría México, recibí mensajes que me decían ‘Brunito, Brunito ¿es cierto que vienes a México?’. Me encantó”; al momento que las pantallas proyectaban la bandera tricolor. Bruno Mars y compañía estaban evidentemente afectados por la enorme gritería de los 65 mil asistentes al fresco Estadio GNP.
A placer Bruno Mars hizo con el público lo que quiso con sus más sonados éxitos. El 10 y 11 de agosto serán las dos presentaciones restantes.