Gaza. La adolescente palestina Maisa al-Ghandour tenía grandes sueños de convertirse en médico o profesora hasta que quedó ciega hace casi dos semanas en un ataque israelí en Gaza.
"Ahora deseo morir. Ya no vivimos una vida en Gaza; sólo esperamos morir, nuestras vidas se han convertido en muerte", dijo Maisa, de 14 años.
Maisa resultó herida en un ataque de artillería israelí contra el instituto Eilabun de la localidad de Al-Karara, al este de la ciudad gazatí de Jan Yunis, el 26 de julio, según la familia.
"Tenemos fragmentos de metralla en el pecho, el abdomen y la cara", dijo Maisa, refiriéndose a las heridas que también sufrieron su hermana Yara, de 9 años, y su hermano Mohammed, de 11.
"Espero que podamos ir fuera (de Gaza) para recibir tratamiento porque aquí no hay medicinas".
La familia se había refugiado en la escuela tras ser desplazada varias veces durante la ofensiva israelí, que dura ya 10 meses y ha causado la muerte de unos 39 mil 600 palestinos y dejado unos 91 mil 535 heridos, según las autoridades sanitarias de Gaza.
La campaña israelí fue desencadenada por una incursión transfronteriza el 7 de octubre dirigida por el grupo militante palestino Hamas en la que murieron unos mil 200 israelíes y extranjeros y más de 250 fueron tomados como rehenes, según los recuentos israelíes.
El día del ataque en Al-Karara comenzó con una cierta apariencia de normalidad, según la familia.
"Estábamos bien y nos veíamos bien, empezamos a jugar con nuestros amigos, fuimos allí y nos quedamos en la escuela. Ellos (los israelíes) nos lanzaron dos misiles y nos quedamos así", dijo Yara, que perdió la vista en un ojo en el ataque.