Mexicali, BC. La capital de Baja California bate sus récords históricos de altas temperaturas en esta temporada de canícula; 51 grados centígrados, 52.4 a la sombra y más de 30 muertos por los rayos del sol, por lo que Víctor Medina Gorosave, fotógrafo de prensa, empezó a preguntarse ¿cómo fotografiar lo que está pasando? ¿Cómo ponerle cara al calor?
Aquellas preguntas llevaron al proyecto -denominado "Calor visible"-, al que ya le venía dando vueltas desde que estudiaba una maestría, dice, pero la terrible canícula de este año lo hizo acelerar todo.
Se consiguió una cámara termográfica y se fue con ella a la calle, donde retrató personas caminando hacia sus actividades cotidianas y a algunas en condición de calle, taxistas, migrantes; también monumentos y lugares emblemáticos de la ciudad.
Esta cámara puede captar el calor de la ciudad “porque una cosa es lo que dice el Meteorológico sobre la temperatura y otra cuando tienes que volver a un coche que se quedó estacionado bajo el sol y meterte en él”.
“Quería fotografiar el calor de las cosas y las personas, sabiendo que la cámara termográfica es una aproximación porque lo que hace es fotografiar el calor que se emite. Busqué ayuda con los bomberos, también vi que esas cámaras las usan para reparar computadoras porque les toman una foto y así detectan qué pieza se está calentando; captan la luz infrarroja que el ojo humano no puede ver”.
Mientras más caliente está el cuerpo o un objeto más radiación infrarroja produce; la cámara termográfica lo detecta y convierte en imagen, materializa lo que se siente, explica Medina Gorosave y plantea que su proyecto tiene como objetivo visibilizar el calor de Mexicali y sus impactos sociales, culturales y económicos para la población en general, y sobre todo para quienes viven en condición de calle.
Así, Víctor Medina pudo establecer que la temperatura oficial que reporta el Servicio Meteorológico Nacional -a la sombra- es siempre, y por mucho, menor a la que se vive en el día a día en Mexicali, pues los objetos expuestos directamente al sol, como el pavimento y otros materiales, guardan más calor.
En la serie de fotos que captó en julio, todas en las horas más críticas de calor entre la una y las 5 de la tarde, mostró cómo el pavimento alcanza hasta 65.4 grados y una persona llega a los 51.4 °C cuando se encuentra en una plancha de concreto que marca en la cámara termográfica 64.9 °C.
"Hay que tomar en cuenta que lo que refleja la cámara infrarroja es solo una aproximación y puede tener variaciones por la radiación emitida", aclara el fotógrafo en la explicación de su proyecto.
Una brutalidad
El proyecto es retratar a la gente que sale a trabajar, a la que está muriendo de calor, a los sin casa. “Con la Cruz Roja hice algunos recorridos para ver cómo es que el cuerpo humano resiste ciertas temperaturas. Hay fotos donde el piso llega a los 60 o 70 grados centígrados, es una brutalidad caminar sobre él, entiendes porqué se derriten las suelas de los zapatos”
“Hay gente a la que le apunto con la cámara y me marca 40 grados, y después de darles agua para que se pongan en la cara o se la distribuya en el cuerpo su temperatura baja; la idea es dar a conocer a lo que se enfrenta la gente de Mexicali en su día a día”.
Esta es una ciudad que tiene necesidades distintas, cada temporada de calor mueren decenas de personas -en este año suman 37 decesos-; el transporte público requiere aire acondicionado, las escuelas, los hospitales; hacen falta refugios porque en algunas colonias no tienen un “cooler” o un ventilador, ya no digas aire acondicionado.
Se requiere de más zonas de hidratación, Mexicali es una ciudad donde no se puede estar sin energía eléctrica; hacen falta programas sociales para enfrentar estos veranos. “Quiero retratar también las repercusiones de vivir en el desierto. Algunos tenemos condiciones que nos permiten sobrevivir, pero otros no”.
“Hay gente viviendo en las banquetas, intentando dormir en los patios... me ha tocado hacer fotos de personas que murieron por golpe de calor y la cámara me indica que su temperatura es superior a los 49 grados. Me han dicho que aquí los cuerpos en lugar de enfriarse una vez que mueren, se eleva su temperatura”.
Un tema global aterrizado en lo local
"La idea original fue compartir esta experiencia en las redes sociales, un llamado de atención para voltear a ver el tema del clima a nivel mundial. El calentamiento global es un tema de todos y yo buscaba aterrizarlo en lo local", dice durante una entrevista.
"En Mexicali siempre ha habido mucho calor, bromeamos con eso, pero este año hemos roto 11 récords, cada año hay más calor y me pregunto hasta donde lo podremos soportar".
El día más caliente, que rompió el récord en la historia de Mexicali, fue el 8 de julio pasado cuando se registraron 52.4 grados; el máximo histórico para esa fecha pero del año 2021 fue de 47.4 grados. En el lapso entre el 5 de junio y el 25 de julio pasados la temperatura rebasó seis veces los 50 grados centígrados.
¿Hasta cuándo será sostenible seguir viviendo en el desierto?No es que uno se acostumbre, sino que aprende a cómo no deshidratarse, a sobrevivir, a ir a trabajar, al súper; lo más difícil es moverse de la una a las 4, 5 de la tarde... yo lo vivo y este año de plano llegué al punto de recortar la agenda.
¿Vivir de noche y dormir de día?
Con los compañeros y amigos llegamos a comentar si no será mejor dormir de día durante el calor y trabajar de noche cuando baja un poco la temperatura. Nada más hay que ver cómo. Cuando se mete el sol la gente empieza a salir, dejamos la madriguera... el calor nos ha formado una identidad en Mexicali, uno se va arraigando, la gente dice cosas del calor, pero hay mucho orgullo. A pesar de lo despiadada que es la naturaleza hay un amor por la ciudad, por eso también la estoy retratando.
Víctor Medina Gorosave es un fotoperiodista, docente en la Universidad Autónoma de Baja California en la que obtuvo su licenciatura en Ciencias de la Comunicación, y maestro en Nueva Fotografía Documental por la Escuela Superior de Arte y Diseño de Barcelona LABASAD. Trabajó por más de 10 años para el periódico La Crónica de Mexicali, actualmente colabora de manera independiente para agencias internacionales, además de medios de comunicación nacionales y locales.
Ha ganado el premio Sony World Photography Awards; también obtuvo la medalla de plata en 2020 cuando representó a México junto al Comité Fotográfico Mexicano en la World Photographic Cup, además de que en 2022 fue catalogado como uno de los 100 mejores fotógrafos en el mundo por el concurso internacional de fotografía 35 Awards.
Entre muchos otros premios, el coautor del libro La narrativa en la mirada -que recopila lo mejor de su trabajo fotográfico hasta 2017- en 2019 resultó ganador del concurso internacional de fotografía "Master Class Photographers" en la categoría Reportaje y fue distinguido con el segundo lugar en el Premio Alemán de Periodismo Walter Reuter.