Sayula, Ver. De cara a la inminente transición de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador anticipó que no hay complicaciones en el país para esta última etapa de su administración porque no hay ningún pendiente, no hay afortunadamente nada qué temer
. Y lanzó: Hasta quisiera que ya fuera el día de entregarle la banda
a Claudia Sheinbaum.
Visiblemente satisfecho con la sucesión, ante la algarabía veracruzana y la sonrisa de su sucesora, afirmó que con el nuevo gobierno hay garantía de continuidad con cambio. En un largo discurso, con su inevitable descalificación al pasado por sus prácticas privatizadoras y corruptoras, aseguró que eso ya se terminó.
Nada de que el gobierno va a estar en manos de una minoría, nada de que va a ser un comité al servicio de unos cuantos, nada de que vamos a reformar la Constitución para beneficiar a una minoría y empobrecer al pueblo. Eso ya se fue a la historia, pero al basurero de la historia.
En la gira del fin de semana se inauguraron sendas modernizaciones de tramos carreteros para apuntalar el proyecto del Tren Transístmico (la rehabilitación y la ampliación de la autopista Acayucan-La Ventosa). Sheinbaum describió estas obras como parte de la ruta del cambio. Éstos son los caminos de la transformación porque en cada obra, en cada sentido de lo que ha hecho el Presidente se ve la esencia de lo que representa nuestro movimiento
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López Obrador explicó que ya se está construyendo un rompeolas en el puerto de Salina Cruz y que se aumentó su capacidad; también, que se dragó el puerto de Coatzacoalcos y se reanudaron operaciones del tren de carga por el Istmo de Tehuantepec, además de ampliar las carreteras, como la que se inauguró ayer de Acayucan a La Ventosa.
Recordó que algunas personas se opusieron a esta obra, lo que llevó a buscar opciones para realizar la modernización. Para lograr un gobierno, dijo, que tomara en cuenta al pueblo, hubo que persistir durante años, porque “nos hicieron fraude una y otra vez. Muchos se desmoralizaban, se desanimaban (…) Nosotros nunca nos desanimamos, nos caíamos y nos levantábamos y seguíamos caminando hasta que se logró, sin violencia, por la vía electoral y la vía pacífica”.
Más tarde, durante la inauguración del camino Minatitlán-Hidalgotitlán, recibieron al Presidente saliente y a la entrante con algarabía, como si anduvieran en una intensa campaña electoral. La gente coreó ruidosamente el estribillo, con tintes de despedida: Es un honor estar con Obrador
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Cuando Sheinbaum tomó la palabra, apeló a la historia del movimiento. La primera vez que escuchamos esa voz del pueblo, porque es la voz del pueblo, fue en 2006, después de aquel terrible fraude electoral que cometieron no sólo contra Andrés Manuel López Obrador, sino contra la democracia, contra el pueblo. Pero después de 2006, el Presidente caminó con el movimiento
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La virtual presidenta electa apuntó que hoy, cuando el mandatario está cerrando su sexenio, el pueblo sigue gritando: es un honor estar con Obrador y es un honor caminar con él ahora en esto que yo llamo la transición histórica
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La remembranza de la historia reciente del movimiento motivó que la gente coreara con más intensidad el estribillo obradorista. El Presidente se levantó de su silla y se acercó lentamente hasta el atril donde hablaba Sheinbaum para tomar la palabra y encabezar la consigna desde el micrófono, con las adecuaciones de 2024: Es un honor estar con Claudia hoy
. Sonriente, Sheinbaum fue testigo de los nuevos tiempos que se avecinan.
López Obrador realizó un nuevo recuento de los factores que incidieron en el rumbo de su gobierno, destacó el combate a la corrupción y la prioridad de la atención al pueblo, esencia del humanismo mexicano, como ha denominado a su forma de gobierno. Para suscribir que es una visión que tiene futuro con Sheinbaum como nuevo liderazgo del movimiento.
Al salir del evento, durante una entrevista, López Obrador seguía eufórico con su sucesora y así lo demostró: Claudia va a ser la mejor presidenta. Como dirían en mi pueblo: la mejor presidenta del mundo mundial
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