Bogotá. El gobierno del presidente Gustavo Petro anunció hoy de manera sorpresiva que iniciará diálogos con el denominado Clan del Golfo, la más poderosa estructura paramilitar derivada de las antiguas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
A través de una resolución publicada en el diario oficial el ejecutivo dio a conocer la lista de seis representantes que harán parte del proceso, encabezados por Jiobanis de Jesús Ávila, conocido en el mundo paramilitar como Chiquito Malo.
Fuentes de la oficina de paz, dijeron que en el acercamiento con el Clan del Golfo participarán, por parte del gobierno, Álvaro Jiménez, considerado la mano derecha del Comisionado Otty Patiño, así como María Gaitán, directora del Centro Nacional de Memoria Histórica y nieta del asesinado caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán.
Analistas locales que siguen el tema de la paz expresaron hoy su escepticismo, aún antes de empezar los diálogos, pues el gobierno considera que estos deben darse en un “espacio de conversación socio-jurídica”, mientras que los paramilitares han manifestado su interés en que el proceso sea una negociación de paz, lo cual implicaría concederles estatus político.
Cifras reveladas recientemente por las fuerzas militares sitúan al Clan del Golfo como el grupo armado irregular más grande del país no solo por los hombres en armas -unos trece mil- sino por ser la organización con mayor presencia territorial y por sus amplias posibilidades de expandirse a la sombra de las economías ilegales, especialmente los cultivos de coca y la minería.
Integrado en su mayoría por ex paramilitares y miembros retirados de la fuerza pública, así como por ex guerrilleros que quedaron el limbo tras la entrega de armas por parte de las FARC en 2016, el Clan del Golfo recorre veredas de diversas regiones del país presentándose ante la población como una organización contra insurgente que defiende a las gentes del agro de una supuesta amenaza comunista.
…Y ofensiva militar contra el ELN
Mientras se precisan los detalles de las pláticas con los paramilitares, el ministro de Defensa Iván Velásquez dijo que las fuerzas militares reactivaron sus operaciones en contra de las estructuras del Ejército de Liberación Nacional (ELN) luego de que el pasado sábado fracasó un último intento para prorrogar el alto al fuego que había sido pactado hace más de un año entre las partes.
“Con el ELN, el gobierno cierra las puertas, pero al mismo tiempo las abre con los paramilitares” comentó a La Jornada un curtido ex comandante de las extintas FARC que pidió el anonimato.
Luego del anuncio del ministro de Defensa, la pregunta que ahora flota en el aire es si la ruptura del alto al fuego bilateral significará también la terminación de la mesa de conversaciones entre el gobierno y el ELN instalada en noviembre de 2022.