Ciudad de México. De 2019 a 2023, el Gobierno de la Ciudad de México detectó 21 eventos de huachicol en la capital del país, entre los cuales destacó el de un predio en la colonia Añil, donde el costo de la remediación del suelo contaminado por el derrame de hidrocarburos superó 800 millones de pesos, según el contrato que Pemex suscribió con la empresa Ecotierra Servicios Ambientales.
Los últimos cinco informes de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil refieren que los 21 casos relevantes ocurrieron en las alcaldías Iztacalco, Azcapotzalco, Miguel Hidalgo, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza, sin que se detalle el número de tomas halladas o túneles en cada caso.
No obstante, uno de los eventos más relevantes y que ha requerido un trabajo permanente
es el ocurrido en Iztacalco en agosto de 2019, indica el último informe de la dependencia, donde los vecinos aún viven con el temor que provocó aquel derrame de hidrocarburos, indicó Violeta Armenta Esquivel, propietaria de una pequeña miscelánea contigua al domicilio donde se realizaba la extracción.
Sin embargo, los trabajos de remediación del suelo contaminado por el derrame se iniciaron hasta mayo de 2023, por lo que Armenta promovió un juicio de amparo contra el Comité de Emergencias, integrado por dependencias federales y locales, ante la omisión de aplicar las medidas necesarias para eliminar o reducir los contaminantes a un nivel seguro para la salud y el ambiente, así como por el cierre de la circulación en la calle Añil.
Derrame formó alberca
El 7 de marzo de 2023, Pemex Logística suscribió un contrato con Ecoterra Servicios Ambientales por un monto de 696 millones 711 mil 972.90 pesos, sin incluir el impuesto al valor agregado
, en un procedimiento de emergencia
para limpiar las áreas contaminadas.
El director general de Pemex Logística, Javier Emiliano González del Villar, informó ese día que el derrame prácticamente formó una alberca de combustible que se diseminó hacia el subsuelo. Se remedió primero la calle y por estudios de la Secretaría de Protección Civil se intervino un tramo de aproximadamente medio kilómetro, con lo que se retiraron unas 37 mil toneladas de suelo contaminado.
Aunque Violeta comentó que ya no se perciben vapores de gasolina, no dejan de vivir con temor, pues hace justo un mes, el 5 de junio, ocurrió un incendio en una fábrica de solventes y pinturas ubicada en las calles Añil y Chicle, enfrente de donde se instaló Gas Bienestar, y el problema fue que se complicó el ingreso de los servicios de emergencia porque la empresa de Añil 435 tiene prácticamente bloqueada la vialidad con camionetas estacionadas, incluso en la acera del muro perimetral de la TAD Añil, donde está prohibido aparcar vehículos.
Recuerda que cuando ocurrió el derrame fueron desalojados, y su familia, formada por su esposo, dos hijos y su suegro, estuvieron casi tres meses fuera. Cuando regresó mucha de su mercancía ya estaba caducada y tuvo que volver a invertir para reabastecerse, pero fue complicado porque la calle permanecía cerrada y los proveedores no podían entrar. A la fecha, dice, sus ventas siguen siendo menos, pues aunque la calle se reabrió hace más de siete meses, la gente se acostumbró a agarrar otras rutas y ya no pasan por aquí
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