París. El estadunidense Ryan Crouser prolongó su hegemonía en el lanzamiento de bala al encadenar un tercer oro olímpico, este sábado en París 2024, con lo que confirmó su dominio absoluto en esta disciplina.

El forzudo de Oregón, de 31 años y cuyo inicio de temporada había estado marcado por las lesiones, tuvo como mejor distancia 22.90 metros, su mejor registro de la temporada, lo que le permitió liderar un podio en el que su compatriota Joe Kovacs (22.15 m) encadenó también una tercera plata olímpica consecutiva, mientras el bronce fue para el jamaicano Rajindra Campbell (22.15 m).

El desempate entre plata y bronce se dio porque Campbell tuvo una peor segunda mejor distancia que Kovacs, que iba virtualmente fuera de los puestos de medallista hasta su sexto y último lanzamiento, donde evitó la decepción.

A su vez, el mexicano Uziel Muñoz cerró la competencia ubicado en el octavo lugar con una marca de 20.88 metros. Es la primera vez que un atleta tricolor accede a esta final olímpica.

Foto Afp

Ryan Crouser, nacido hace 31 años en Portland, era el favorito y no decepcionó, añadiendo este título a su impresionante colección de éxitos.

Dominó desde el principio del concurso, poniéndose ya en cabeza de la clasificación con su primer intento (22.64 metros).

Su máxima distancia de la velada, los 22.90 metros, que constituyen además su mejor marca del año, la consiguió en el tercer intento.

Además de las medallas de oro que había logrado anteriormente en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y de Tokio en 2021, Crouser ganó los dos últimos Mundiales al aire libre (2022, 2023) y a principios de este año se proclamó además campeón mundial bajo techo.

A ello se suma su condición de plusmarquista mundial del lanzamiento de bala, con los 23.56 metros que alcanzó el año pasado en Los Ángeles, por lo que su dominio en esta disciplina es absoluto.

El oro en París lo recibió con alegría, pero ya acostumbrado a encadenar éxito tras éxito, a pesar de que nadie había logrado antes tres títulos olímpicos consecutivos en esta prueba.

Hace tres años, en Tokio, había brindado uno de los momentos más emotivos del atletismo de aquellos Juegos al dedicar su éxito a su abuelo recién fallecido, con una tarjeta en la que se leía: "Abuelo, lo hicimos. Campeón olímpico 2020".