París. El impactante debut de la boxeadora argelina Imane Khelif ayer en París 2024 reavivó la controversia sobre la participación olímpica de deportistas hiperandróginas, y suscitó fuertes reacciones de figuras internacionales como Javier Milei, Giorgia Meloni, Donald Trump y Elon Musk.
Khelif es una de las dos boxeadoras presentes en la capital francesa que fallaron una prueba de género en 2023 debido a sus elevados niveles de testosterona.
La argelina subió por primera vez al cuadrilátero de París y vio cómo su rival, la italiana Angela Carini, tiraba la toalla después de sólo 46 segundos de combate.
Tras recibir un potente golpe en el rostro, Carini se encaminó hacia su esquina para retirarse. En una dramática escena, el juez dio a Khelif como vencedora de esta pelea de octavos de final del peso wélter (entre 63.5 y 66.6 kilogramos), mientras Carini caía de rodillas entre lágrimas.
Le rechazan saludo
La argelina se acercó después a estrecharle la mano, pero Carini, dolida, evitó el saludo.
“No podía seguir. Me dolía mucho la nariz y dije: ‘Paren’. Era mejor no continuar”, declaró la italiana. “Siempre he peleado contra hombres, entreno con mi hermano, pero hoy he sentido demasiado dolor.
No soy nadie para juzgar o tomar una decisión. Si esta mujer está aquí, por algo será
, expresó Carini en otra intervención recogida por la agencia Ansa.
Khelif, quien ha recibido un fuerte apoyo de las autoridades de su país, fue felicitada por su rápido éxito
y manifestó que seguía centrada en el objetivo de una medalla olímpica
.
Reaccionan Trump y Milei
Las imágenes del combate entre Khelif y Carini levantaron revuelo en redes sociales, colándose en la campaña presidencial estadunidense.
¡Yo mantendré a los hombres fuera del deporte femenino!
, escribió el candidato republicano y ex presidente Donald Trump en la red Truth Social.
El mandatario argentino, Javier Milei, se sumó a los comentarios de censura a la pelea y escribió en la red social X: Si seguía, la mataba
.
Este combate es el último episodio del largo debate sobre la participación deportiva de atletas hiperandróginas, mujeres que presentan elevados niveles naturales de testosterona.
Estos casos, que son excepcionales en competencias de alto nivel, han llevado a las autorida-des a establecer reglas específicas, que deben encontrar complejos equilibrios entre ciencia, equidad y derechos.
La sudafricana Caster Semenya, doble campeona olímpica de 800 metros, apeló al Tribunal Europeo de Derechos Humanos al ser privada de competir durante varios años porque rechazó medicarse para reducir su tasa de testosterona.
Khelif y otra boxeadora, la taiwanesa Yu Ting Lin, son los casos que más han resonado de atletas hiperandróginas en París.
Tres años atrás, ambas participaron en la cita olímpica de Tokio, pero en 2023 fueron descalificadas del Mundial por no superar pruebas de elegibilidad de género, decisión tomada por la federación encargada del boxeo en el mundo.
Ayer, Khelif fue recibida en el París Arena Norte con grandes aplausos por parte de numerosos seguidores de Argelia, que ondeaban sus banderas nacionales.
Horas antes, el Comité Olímpico Argelino (COA) había salido en defensa de su boxeadora asegurando que era víctima de mentiras
y de ataques poco éticos
.
Como en las precedentes competiciones olímpicas de boxeo, el género y la edad de las atletas se basan en su pasaporte
, escribió el COI en un comunicado, criticando los ataques
contra ambas boxeadoras y la arbitraria decisión
de la federación responsable de la descalificación en 2023.
El COI, que asumió la organización del boxeo olímpico por falta de transparencia en la federación responsable del pugilismo amateur en el mundo, ya había asegurado que todas las peleadores cumplen las reglas de elegibilidad de la competición
.
La testosterona es una hormona que producen hombres y mujeres. Sin embargo, los primeros generan alrededor de 20 veces más que las mujeres. Puede mejorar la ma-sa muscular y ósea, por lo que incrementarla de manera artificial es una forma de dopaje y está prohibido.
La directora de derechos humanos del Comité Olímpico Internacional, Magali Martowicz, señaló en 2021 que no hay un consenso científico
sobre cómo la testoreona afecta a los deportistas.