Ciudad de México. Durante junio, el peso con respecto al dólar estadunidense perdió 7.6 por ciento de su valor, un hecho que se traduce en que las familias que reciben remesas cobren más recursos a la hora de hacer el cambio de divisas, afirmó BBVA México.
El hecho de que los connacionales que radican en el exterior desconocen si este efecto será transitorio, impulsó la cantidad de envíos de dinero que realizaron durante junio, lo cual provocó que el flujo de remesas que ingresaron al país en el sexto mes fuera el mejor en lo que va del año, indicó la institución financiera.
Esta mañana, el Banco de México (BdeM) dio a conocer que el flujo de remesas que ingresaron al país durante junio sumó 6 mil 213 millones de dólares, cifra 11.3 por ciento superior con respecto a lo reportado el año pasado. Lo anterior significa el mejor resultado para un solo mes desde que se tienen registros.
De acuerdo con BBVA, el porcentaje de crecimiento en el flujo de remesas durante junio es el más alto en los últimos 17 meses, mientras que el monto supera el máximo histórico, que se dio en octubre de 2023 cuando ingresaron 5 mil 818 millones de dólares.
“Este crecimiento en las remesas se debe principalmente a un aumento en el número de operaciones para el envío de estos recursos que llegaron a contabilizar 14.8 millones de operaciones (un alza de 8.1 por ciento), mientras que la remesas promedio por envío fue de 419 dólares ( un crecimiento de 2.9 por ciento)”, expuso BBVA.
Planteó que, aunque no es generalizable, “es común observar incrementos en los ingresos mensuales por remesas a México cuando se presentan alzas no previstas en el tipo de cambio del peso mexicano frente al dólar estadounidense”.
“Es posible que los mexicanos en el extranjero, al no saber si el alza del tipo de cambio es transitorio o duradero, busquen aprovechar la oportunidad para enviar más dólares que se pueden convertir en más pesos para sus familiares en México”, detalló la institución financiera.
Aclaró que entre noviembre de 2023 y junio de 2024, las remesas a México han presentado un comportamiento mixto, pues de noviembre de 2023 a febrero de 2024, tuvieron tasas de crecimiento relativamente bajas (menores a 3.5 por ciento), si se compara con los meses de los tres años previos.
Al mismo tiempo, señaló que en marzo y mayo, las remesas reportaron sus primeros retrocesos desde los inicios de la pandemia de 2020, mientras que en abril y junio tuvieron crecimientos relativamente altos, de 8.3 por ciento y 11.3 por ciento, respectivamente.
“Si las remesas en el siguiente mes regresan a la senda observada en meses anteriores, es un indicador de que el crecimiento en junio fue sólo coyuntural. En cambio, si en el reporte de julio se registra un alza importante en las remesas, puede ser evidencia de una recuperación en este flujo monetario”, enfatizó BBVA.
Agregó que el proceso electoral en Estados Unidos “que indudablemente tendrá repercusiones en la actividad económica y en la política migratoria de ese país, puede ser uno de los principales factores que afectan la volatilidad de las remesas en los últimos meses; además de otros factores coyunturales muy particulares observados en junio, como la fuerte depreciación del peso mexicano en un solo mes”.