Nezahualcóyotl, Méx. Madres y padres buscadores de personas desaparecidas expresaron su rabia e indignación ante la indolencia de las autoridades de la fiscalía mexiquense y de la comisiones de búsqueda nacional y estatal, cuyo personal está ausente en el acompañamiento a pesar del hallazgo de restos humanos, por segunda ocasión, durante las labores de remoción de costras extraídas del canal de aguas negras Río La Compañía.
Ellas y ellos están solos, ninguna autoridad responsable les apoya o se ofrece a enviar herramientas o maquinaria para agilizar la búsqueda entre cientos de toneladas de basura, lodo y otros desperdicios que se encuentran apilados a lo largo de unos 150 metros sobre el margen derecho de este caudal.
Fotos: Daniel Ramón
Es la ciudadanía que, a través de las redes sociales, ofrece el envío de cubrebocas, agua embotellada e incluso alimentos; pero es llegar hasta allí, el lugar se localiza en un área despoblada de los terrenos del ex Lago de Texcoco, entre la autopista concesionada Circuito Exterior Mexiquense y el principal cauce de aguas residuales de la zona oriente.
Quienes sí se sumaron, son mujeres y hombres que tienen algo en común: la desaparición de sus hijas e hijos; algunos ausentes desde hace más de un quinquenio y otros desaparecidos hace unos meses.
Juliana Arellano Pérez tiene los ojos rojos y se observa hinchazón en ellos, es la conjuntivitis que ha contraído al excavar entre los montículos de basura; aunque también es el dolor que le provoca la ausencia de su hijo Víctor Uriel Rodríguez Arellano, de 20 años de edad, quien desapareció en la colonia Lázaro Cárdenas del municipio de Cuautitlán México.
Las pesquisas de las autoridades indican que el joven ausente desde el 12 de junio pasado, podría estar en Jalisco, o al menos en aquella entidad fue ubicado el último rastreo a su teléfono móvil y sus redes sociales de internet.
Araceli García Ortiz lleva cinco años y cuatro meses buscando a su hija Carolina López, quien tenía 23 años de edad. Ella salió de su vivienda en la Ex Hacienda Santa Inés en el municipio de Nextlalpan. La joven buscaba trabajo y la investigación indica que nunca salió de la localidad.
Jerónima Castro Sandoval es una mujer de la tercera edad y no deja de remover escombros. Ella busca a su hijo Víctor Manuel Gómez Castro, quien tenía 34 años de edad cuando desapareció el 11 de enero de 2019. A él se le vio por última vez en el tiradero a cielo abierto de Nezahualcóyotl.