Sigue el fétido narcoculebrón: ¿captura, entrega, rendición negociada u obligada, secuestro de uno a cambio de privilegios para otro, traiciones…? Dicen los gringos que no sabían, pero sí tenían el detalle; aseguran que la DEA no participó, pero sí metió la garra; el Departamento de Justicia informa
al gobierno mexicano del operativo, pero con más dudas que precisiones; López Obrador lo califica de insuficiente y exige detalles, aunque los del otro lado fingen demencia y no lo aportan; Ovidio sigue preso, pero con cambio de medida cautelar, aunque quién sabe si negoció ser testigo protegido, etcétera, etcétera.
Seis días después del operativo de referencia, lo único cierto, con todas las dudas, es que Ismael El Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo, fueron apresados (se supone) en territorio estadunidense, todo en medio de una telenovela informativa
que no termina de cuajar, y no por falta de elementos, sino porque una de las partes, la gringa, juega al tío Lolo sobre cómo y dónde se armó.
En la mañanera de ayer, el presidente López Obrador subrayó: Necesitamos saber todo, porque los abogados dicen que un hijo de Guzmán Loera fue el que lo detuvo. Eso dicen los abogados de Zambada; queremos saber si fue él con quién. Porque también dice que con uniforme militar. ¿Un uniforme militar de México, de Estados Unidos? ¿En qué sitio fue? ¿En dónde? Nosotros tenemos la información, esa sí confirmada, de que no intervino el Ejército Mexicano ni la Secretaría de Marina, confirmado; ni la Guardia Nacional
.
Pareciera que un hada madrina de la justicia divina organizó todo el operativo, tanto en territorio mexicano como estadunidense, y con su varita armó el vuelo con un solo pasajero, lo convirtió en dos, transformó la aeronave original en otra, borró al piloto del mapa, sigilosamente la hizo cruzar la frontera sin ningún tipo de alerta o advertencia de la torre de control del aeropuerto en el que finalmente aterrizó y ¡sorpresa!: bajaron Zambada y el Chapito, y por pura casualidad ahí estaba presente un nutrido grupo de agentes gringos que no estaba enterado de nada, pero que de inmediato supo de qué se trataba y depositó a esa pareja tras las rejas. Magia de primer mundo.
El mandatario mexicano dijo que podría recurrir a lo que queda de Joe Biden en caso de que el Departamento de Justicia no entregue información completa, aunque confió en que finalmente se la proporcionará. Me imagino que están consultando, pero también esperaban que nosotros definiéramos esta situación y creo que está quedando de manifiesto que queremos toda la información
. Además, dijo, no puedo descartar
que las agencias estadunidenses metieron la mano en territorio mexicano, pero tenemos que esperar a que nos informen cómo fue esta situación. Lo mejor es la información, para que no se caiga en conjeturas, en especulaciones
. Bueno, pero ¿en serio cree que lo van a reconocer?
En vía de mientras, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, informó que el gobierno mexicano solicitó al Departamento estadunidense de Justicia un informe oficial de las conductas en territorio nacional, así como planes de vuelo y circunstancias de tiempo, modo y lugar de cada hecho
, y de esa información
que nada aclara destacó lo siguiente:
Estados Unidos sabía que Guzmán López consideraba
rendirse y fue informado
de que lo haría el pasado jueves al ingresar a su territorio en un vuelo privado; no tuvimos un aviso previo
ni confirmación
; una vez que el avión estaba en el aire, fue notificado (¿por quién?) de que Zambada podría estar en la aeronave
; el vuelo en sí no fue planeado por agencia gubernamental estadunidense alguna; una vez alertadas, después de que el avión despegó, las autoridades estadunidenses llegaron a la aeronave una vez que aterrizó; tenía dos pasajeros
que detuvieron al bajar del avión”. El gobierno mexicano “fue notificado al confirmarse de quiénes se trataba.
Entonces, como se constata, el guion gringo es de ínfima calidad.
Las rebanadas del pastel
No es lo mismo que lo mesmo: nueve gobiernos ultraderechistas de América Latina libremente condenaron al unísono el genocidio en Palestina, los 40 mil asesinados (niños, la mitad de ellos) por Benjamín Netanyahu con financiamiento y armas estadunidenses… Perdón, perdón, no fue así. Va de nuevo: nueve gobiernos ultraderechistas de América Latina, bajo la batuta de Estados Unidos, condenaron a coro el proceso electoral venezolano y exigen cuentas a Nicolás Maduro, quien a su vez denuncia intento de golpe de Estado.
X: @cafevega