El avance del producto interno bruto (PIB) certificó el bajo dinamismo de la economía mexicana, con un crecimiento en el segundo trimestre de 2024 del 0.2 por ciento trimestral, que llevó el crecimiento anual a 1.1 por ciento real, con cifras ajustadas por estacionalidad, informó esta mañana el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con la estimación oportuna del producto interno bruto trimestral (Eopibt), que ofrece en el corto plazo una visión sobre la evolución de las actividades económicas del país, 30 días después de que concluya el trimestre de referencia, los servicios y la industria sostuvieron a la economía mexicana en terreno positivo durante el periodo abril-junio; no obstante, en su comportamiento anual y con series ajustadas por estacionalidad, la actividad económica registró su más baja tasa de crecimiento en los últimos tres años.
El Inegi estimó, por su parte, que la economía mexicana creció 1.5 por ciento anual en los primeros seis meses de 2024, año electoral en el país.
A tasa trimestral, el PIB oportuno de las actividades secundarias (industria) y terciarias (servicios) creció 0.3 por ciento. El de primarias (agricultura y ganadería) disminuyó 1.7 por ciento, en el segundo trimestre de 2024.
En tanto, los servicios aumentaron 1.7 por ciento anual en el segundo trimestre del presente año y la industria, 0.5 por ciento. Las actividades primarias descendieron 2.2 por ciento.
Al cierre del primer semestre de 2024, los servicios avanzaron 2 por ciento anual; mientras que el sector secundario, uno por ciento. Las actividades agrícolas y ganaderos se contrajeron 0.9 por ciento en el periodo de referencia.
Moderación en marcha
Con cifras originales, sin hacer un proceso estadístico, el PIB de México creció 2.2 por ciento anual en el segundo trimestre de 2022, impulsado por el avance de 2.7 por ciento de los servicios y del crecimiento de la industria de 1.9 por ciento. El sector agro se cayó 2.7 por ciento. Así, en la primera mitad de 2024, la economía mexicana reportó un avance de 1.9 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado.
“El ciclo político estuvo presente en la mitad del año en su fase de estímulos, tanto para consumo como inversión, aunque las dos empezaron a apagarse en junio. Esto manda señales de alerta para la segunda mitad del año, ya que la economía se verá afectada por la fase contraria. El dato del segundo trimestre fue menos fuerte de lo esperado, por lo que moderación en marcha se va a profundizar en el resto del año, ante el ocaso del sexenio y la transición política, como ha ocurrido repetitivamente en los últimos 30 años”, aseveró Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics.
El especialista comentó en su cuenta de X que los datos no alcanzan a sustentar un crecimiento mayor a 1.5 por ciento para todo el 2024, lejos del estimado de las autoridades fiscal y monetaria. El sesgo es incluso a la baja para el crecimiento de 2024.
Por su parte, Gabriela Siller, directora de análisis económico de Base, consideró que el crecimiento del segundo trimestre fue bajo para ser un año electoral y sobre todo con un déficit presupuestario de 5 por ciento del PIB, algo no visto desde 1988.
“Desde que se tiene registro, solo en un año de elecciones (1988), el PIB creció más en el segundo semestre. Esto implica que muy probablemente en el año, la economía crecerá menos de 1.5 por ciento. Sería el menor crecimiento desde el 2020”, estimó Siller.