Ciudad de México. La contención del gasto prevista para el próximo año no necesariamente resultará en una recesión de la economía mexicana, dado que el multiplicador fiscal en la actividad no es tan alto, aseguró Rodrigo Mariscal, jefe de la Unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. El economista en jefe agregó que para la primera mitad de 2024 el déficit público fue de 2.2 por ciento, mejor a lo estimado y se espera que en el segundo semestre se diluyan algunos efectos de oferta a nivel global, que permitan cumplir con los estimados de crecimiento de la dependencia.
En conferencia de prensa detalló que hasta ahora el déficit público va en 2.2 por ciento del producto interno bruto (PIB). Esta cifra podría mejorar “marginalmente”, como efecto de menores presiones por el costo financiero de la deuda, y otros gastos no programables. Por lo pronto las proyecciones oficiales, asentadas en los Pre-Criterios de Política Económica, apuntan a una reducción del déficit, de 5.9 por ciento en 2024 a 3 por ciento en 2025.
Con esta propuesta de consolidación fiscal —que pasa por una reducción del gasto respecto a los ingresos— “no necesariamente” se caería en una recesión, pues el multiplicador fiscal no tiene el mismo peso en la economía mexicana que en las avanzadas, explicó Mariscal.
Durante la presentación de los informes de finanzas y deuda públicas al segundo semestre de 2024, Mariscal aseguró que “la economía mexicana continúa mostrando resultados positivos a pesar de un entorno global desafiante”, lo que genera “confianza sobre una transición ordenada con sólidos fundamentos macroeconómicos”.
Sin embargo, el dato oportuno del PIB, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) horas antes, exhibe que hasta ahora el crecimiento acumulado en la primera mitad del año es de 1.9 por ciento, por debajo del mínimo en la previsiones de Hacienda. En los Pre-Criterios, la dependencia apunta a que el avance será de entre 2.5 y 3.5 por ciento y esta proyección no se ha modificado.
“Al menos en lo que hemos observado del año se ve que el crecimiento se va a mantener estable, no esperamos una desaceleración”, y pese a que el avance avumulado en la primera mitad del año no es ni el mínimo del rango previsto por Hacienda, Mariscal confió en que los choques de oferta a nivel internacional se vayan diluyendo en la segunda mitad del año, y sumados a una “sólida demanda interna”, tanto por el lado del consumo como la inversión, permitan mantener el ritmo de expansión.
El economista en jefe de Hacienda agregó que en lo que va del año el balance fiscal ha resultado mejor a lo esperado, la recaudación tributaria alcanzó su mejor nivel para un primer semestre desde 2016, al avanzar 6.2 por ciento a tasa anual y la deuda pública se encuentra dentro de las metas, al contarse en 47.2 por ciento.