La seguridad en Sinaloa fue reforzada con 400 militares de élite en los últimos tres días para mantener el orden público y la paz entre la población tras la detención del narcotraficante Ismael El Mayo Zambada García, el pasado 25 de julio en Estados Unidos.
Ayer, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) envió a Culiacán a 200 integrantes más del Cuerpo de Fuerzas Especiales y de la Brigada de Fusileros Paracaidistas del Ejército Mexicano, que se suman a otros 200 que se desplegaron el viernes pasado en ese municipio.
El reforzamiento del operativo de seguridad se da después de que el abogado de El Mayo, Frank Pérez, afirmó que su cliente fue secuestrado
por Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán, para refutar las afirmaciones de que fue engañado para abordar un avión con destino a Estados Unidos, donde fue detenido el jueves.
“Mi cliente no se entregó ni negoció ninguna condición con el gobierno estadunidense. Joaquín Guzmán López (lo) secuestró por la fuerza… Fue emboscado. Le ataron las piernas y le colocaron una bolsa negra en la cabeza. Después lo metieron en una camioneta y lo llevaron a una pista de aterrizaje. Allí lo obligaron a subir a un avión, con las piernas atadas al asiento y lo llevaron a Estados Unidos contra su voluntad”, dijo Pérez a Los Angeles Times.
Los miembros del Ejército realizarán “tareas de disuasión, prevención y patrullajes”. Foto ‘La Jornada’
Los 200 militares de élite enviados ayer a Sinaloa tienen la misión de contribuir a inhibir las actividades ilícitas de grupos delictivos con presencia en la citada entidad federativa, así como preservar y garantizar la libertad, el orden y la paz pública de los habitantes de esa región del país
, informó la Sedena.
Partieron ayer de la Base Aérea número 1 de Santa Lucía, estado de México, y arribaron al Aeropuerto Internacional de Culiacán en dos aeronaves, una de la Guardia Nacional y otra de la Fuerza Aérea Mexicana.
El personal militar actuará en todo momento con firmeza, realizando tareas de disuasión, prevención, patrullajes, reconocimientos y estableciendo puestos militares de seguridad que generen un ambiente de tranquilidad en la población, apegándose a lo establecido en la Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza y respetando en todo momento los derechos humanos
, afirmó la Sedena en una nota informativa.
La Jornada informó el pasado 26 de julio que los elementos castrenses fueron trasladados con el fin de reforzar el actual despliegue operativo que se mantiene en ese municipio, en el cual en los últimos meses el gobierno federal ha desarrollado una campaña de localización y destrucción de narcolaboratorios en los que se producían ilícitamente metanfetaminas.