El Cairo. Las fuerzas de Israel continuaron ayer sus ataques con el envío de tanques a zonas más profundas del sur de la franja de Gaza, mientras se recrudecen los combates contra Hamas.
Los vehículos de combate se adentraron en las localidades de Karara, Zanna y Bani Suhaila, en el sur del enclave palestino, donde médicos indicaron que al menos nueve palestinos murieron ayer por la ofensiva israelí.
Los residentes afirmaron que escucharon intensos combates en las zonas orientales de Jan Yunis, donde opera el ejército israelí. Estas nuevas incursiones provocaron que miles de familias abandonaran sus hogares y se dirigieran a las zonas pobladas de Deir Al Balah y Al Mawasi.
Esta última es una zona humanitaria a la cual el ejército israelí ordena a los palestinos dirigirse.
También algunas áreas del centro de Gaza, como Bureij, el campo de Nuseirat y la aldea de Juhr El Deek, sufrieron embates.
Diferentes ataques aéreos israelíes sobre Jan Yunis dejaron al menos 15 palestinos fallecidos, reportaron médicos. Otra ofensiva aérea contra tiendas de campaña en el distrito de Al Mawasi causó la muerte de cinco personas, entre ellas una bebé de cuatro meses.
Mientras, en Rafah, cerca de la frontera con Egipto, las fuerzas israelíes avanzaron hacia el norte de la ciudad, donde aún no tienen el control total.
Otras cuatro personas murieron durante un bombardeo en el barrio de Tel Al Hawa, en el oeste de la ciudad de Gaza. El último fallecido no fue identificado por las autoridades.
El ministerio gazatí de Salud informó en redes sociales que la ofensiva deja hasta ahora 39 mil 324 muertos y 90 mil 830 heridos, desde que comenzó la ofensiva el 7 de octubre. Y agrega que la ocupación israelí ha cometido tres masacres contra familias en Gaza
durante las últimas 24 horas, con un balance de 66 mártires
y 241 heridos.
En los últimos días, el ejército israelí afirmó que la incursión en el este de Jan Yunis responde a la reanudación de los ataques, incluido el lanzamiento de cohetes, y para impedir que Hamas se reagrupe. Agregó que sus fuerzas castrenses mataron a decenas de militantes en la zona y destruyeron infraestructuras militares.