Ciudad de México. Moody’s proyecta que el crecimiento en México para el próximo año desacelere hasta 1.5 por ciento, luego de un avance de 2.4 por ciento este 2024, debido a un recorte en el gasto público y al efecto de un menor empuje por parte de la economía estadunidense. La firma de riesgo explica que tanto el país, como Brasil, hasta ahora se han beneficiado de la relocalización de cadenas de suministro, pero se espera una “desaceleración sustancial en la segunda mitad del año”, derivado de condiciones externas.
“Las perspectivas para México y Brasil indican una desaceleración sustancial en la segunda mitad de este año, a medida que la economía estadounidense se enfría y las autoridades en China luchan por impulsar el crecimiento. Aunque las exportaciones de México a Estados Unidos y los ingresos por remesas aún están tratando de alcanzar récords, esperamos que estos dos apoyos clave cambien a medida que el mercado laboral estadounidense se desacelere gradualmente. También frenará la reducción del gasto público, ya que la administración entrante prevé un menor déficit fiscal”, desarrolló Moody’s.
Si bien se espera que exista una desaceleración de la economía mexicana, sobre todo por el lado del gasto público, Moody’s apunta que el impulso de la inversión en México se mantendrá, pese a cualquier incertidumbre que pueda generar la mayoría de Morena y aliados en el Congreso y las propuestas de cambios constitucionales que estarían a discusión. “Si bien las reformas propuestas han sacudido los mercados, consideramos que el margen para su seguimiento es estrecho y no esperamos que los acontecimientos aquí afecten las perspectivas de crecimiento este año o el próximo”, apuntó.
Moody’s consignó que, si bien “no suficiente para evitar una desaceleración más amplia, la inversión extranjera directa en el sector manufacturero de México está en su nivel más alto en diez años, ya que los fabricantes mundiales siguen buscando una alternativa a China”. En gran parte se debe a los salarios, pues las remuneraciones en el país, actualmente son 40 por ciento más bajas que en la economía asiática.
“En 2010, los salarios de las fábricas chinas eran más bajos que en México, pero esta ventaja de costos se ha erosionado en medio de un crecimiento más lento de la fuerza laboral china. Hoy, la remuneración mensual de los trabajadores de la industria manufacturera en México es aproximadamente un 40 por ciento más baja que en China y se compara más favorablemente con las bases manufactureras del sudeste asiático”, detalló.
En medio de una lucha comercial entre China y Estados Unidos, Moody’s estima que el proteccionismo de este último tendría un impacto más extendido en México, que en cualquier otra economía de América Latina, debido a la reducción de las importaciones estadunidenses, menor migración de connacionales hacia ese país y con ello una caída también en las remesas que “pondrían a la economía mexicana en apuros”.