Ciudad de México. La sociedad debe priorizar la protección y cuidado de los ancianos, no sólo en cuanto a su bienestar físico, sino también para integrarlos a la vida comunitaria, “porque a menudo se sienten relegados o ignorados en un mundo que avanza rápidamente”, señaló la Arquidiócesis Primada de México, en el contexto de la Jornada Mundial de los Abuelos y Mayores que se celebra este domingo.
En el editorial del semana Desde la fe sostuvo que se debe impulsar la creación de espacios donde los mayores puedan compartir sus historias, sus conocimientos y sus consejos con los más jóvenes, con el fin de que la transmisión de valores y creencias se fortalezca.
Agregó que el cuidado de los mayores también es un acto de amor y justicia social, ya que una sociedad que no valora a sus ancianos es una sociedad sin alma, “la dignidad de cada persona, independientemente de su edad, debe ser respetada y promovida, y para ello es necesario fomentar una cultura de encuentro y solidaridad, donde nuestros abuelos se sientan valorados y queridos”.
Mencionó que es una oportunidad para reconocer y valorar la sabiduría y experiencia que los adultos mayores han acumulado a lo largo de sus vidas, “ellos no solo son portadores de historia, sino también pilares fundamentales de la fe y la comunidad”.
Precisó que el papa Francisco, creador de esta iniciativa, constantemente nos recuerda la importancia de cuidar y respetar a nuestros mayores, pues ellos “son los guardianes de la memoria y los transmisores de la fe”. Y destaca el papel esencial que desempeñan en la preservación y transmisión de la fe católica, pues sus enseñanzas, fruto de años de vivencias y reflexiones, son una guía invaluable para las nuevas generaciones.