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¿La fiesta en paz?

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Con los coletazos del neoliberalismo taurino, hoy la Plaza México es solo un impresionante basurero donde hasta el monumento a Manolo Martínez sirve de colgadero. Foto Archivo
28 de julio de 2024 09:47

¿Qué ha representado la Monumental Plaza de toros México para sucesivos propietarios y administradores luego de que el yucateco-libanés Neguib Simón hiciera realidad su sueño tras conocer el complejo turístico Real de San Carlos, en Uruguay, a orillas del Río de la Plata, frente a Buenos Aires? Desde siempre, una desproporcionada renta anual para sus desaprensivos propietarios, la familia Cosío casi desde el principio, sin ninguna intención de licitar tan magnífico inmueble a quien mejor dignificara la fiesta y mayores utilidades les generara.

La México constituyó un templo mayor de la tauromaquia durante unas cuatro décadas, al grado de que logró mantener en ese tiempo la línea de apasionado taurinismo que caracterizó a su hermana mayor, El Toreo de la Condesa, con la mitad del aforo que el llamado embudo de Insurgentes. Pero en pleno auge neoliberal con el alegre salinato como promotor, a mediados de los años noventa, la inefable Televisa metió su nariz en la fiesta de los toros poniendo al frente de Promotora Alfaga a uno de sus ejecutivos: Aurelio Pérez Villamelón, asistido por Víctor Curro Leal. Y luego los Alemán y después los Bailleres. Más de tres décadas de confundir a la fiesta de los toros y a la mejor tradición taurina de México con terapia ocupacional, desfile de vanidades y eficaz debilitamiento. Por eso, hoy la Plaza México es sólo un impresionante basurero donde hasta el monumento a Manolo Martínez sirve de colgadero.

Pedro Vargas, hijo del inolvidable Tenor Continental y aficionado de cepa, escribe: El miedo de Zulaica está acabando con la verdadera fiesta de los toros. Más policías y patrullas que aficionados. Violando las libertades de tránsito y de comercio en la vía pública el empresario ya se apoderó de las calles alrededor de la Plaza México. El propósito de este es manifiesto: no quiere comerciantes de artículos taurinos, artesanías, libros taurinos y de comida alrededor de su plaza. ¡Pobre Fiesta! Hacer fiesta, es muy diferente a dar corridas, novilladas... o pamplinadas. ¡Sólo quiere vender alcohol, a precios estratosféricos, en la cantina más grande del mundo!.

Francisco Álvarez, pintor taurino de altos vuelos, hace una cordial invitación para que el jueves primero de agosto en el Museo Taurino de Huamantla, junto a la plaza de toros La Taurina, el público disfrute de una exposición en la que participará un colectivo de notables artistas plásticos, entre otros: Antonio Rodríguez, Juan Antonio Ruiz, Escamillo, Arturo Lima, Romárico Vieyra, José Antonio Zepeda, Juan José Palacios y el propio Francisco Álvarez.

Este colectivo pretende, entre otras cosas, agrega el maestro Álvarez, sumar a varios artistas taurinos con el fin de hacer exposiciones donde los asistentes puedan apreciar varios conceptos e ideas diferentes de expresión artística taurina, y hacer una sustentada petición a las empresas para que utilicen en sus eventos imágenes de artistas tanto para que su obra sea conocida y apreciada por los públicos como para hacer más atractivo el festejo que se anuncia. Asimismo, se pretende orientar a los artistas participantes sobre derechos de autor y sobre el uso de la inteligencia artificial en los carteles taurinos.

“En México hay muchos artistas taurinos a los que apenas se conoce y que vale la pena promover y apoyar. Si decimos: ‘El toreo es arte’, ¿por qué a quienes menos se apoya es a esos artistas que inmortalizan la estética y el arte que envuelve al toreo? Ojalá pueda apoyarnos difundiendo la noticia en su medio tan importante.”

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