Cuidad de México. A 22 días de cumplir un año de que fue despojado con violencia de la vieja casona que habitó en Argentina 110, colonia Centro, junto con otras 15 familias, Francisco Guzmán Rosas, de 85 años de edad, falleció la noche del miércoles.
Don Panchito, como era conocido por sus vecinos, pasó 342 noches en el campamento que los afectados instalaron en el callejón Ecuador, que se ubica en la parte del inmueble en el que habitó durante 20 años con su esposa Francisca, quien falleció en 2022.
El 19 de agosto de 2023, dos días después del desalojo, don Panchito señaló a La Jornada que su único deseo era regresar a la vivienda, pero expresó si no se puede, aquí me muero
.
Dijo convencido que ya no tenía nada qué perder
, luego enumeró que los sujetos –a quienes los afectados se referían como golpeadores
– robaron su televisor, herramienta, piel y zapatos que confeccionaba y que vendía en el mercado Granaditas, así como 4 mil pesos.
El pasado miércoles en la noche, don Panchito alcanzó a avisar a un integrante de su familia que se sentía mal, por lo que fue trasladado al Hospital General Doctor Gregorio Salas, pero ya no regresó al campamento en el que hasta ayer permanecía su vivienda improvisada.
Óscar Kin Rubio, integrante de una de las 16 familias despojadas, expresó que el fallecimiento de don Panchito minó el ánimo en los integrantes del campamento que desde hace varios meses dejaron de recibir ayuda alimentaria del Gobierno de la Ciudad de México.
Los afectados esperan la resolución de los amparos que interpusieron desde el año pasado, al asegurar que no se trató de un desalojo sino un despojo, porque después de que fueron sacados con violencia entraron a habitar la casona hombres y mujeres desconocidos, además de que siguieron funcionando locales comerciales en la planta baja, atendidos por extranjeros al parecer procedentes de China.
La irrupción, de madrugada
La madrugada del 17 de agosto de 2023, un grupo de desconocidos irrumpió en el inmueble para sacar a las personas y las pertenencias a la vialidad, otros objetos fueron robados, además se presentó un hombre que se identificó como actuario y que llevaba una orden de desalojo.
Los quejosos señalaron que “esos documentos son falsos o los sacaron chuecos, con mordida”, al señalar que no fueron notificados de la supuesta orden judicial. Bloquearon el Eje 1 Norte, a unos pasos de la estación Lagunilla de la línea B del Metro, para protestar.
Los afectados coincidieron en que el dueño dejó de presentarse después del sismo de 1985 y la notificación de desalojo fue dirigida a una mujer que no es residente del inmueble de planta baja y un nivel.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México aseguró la propiedad al iniciar una carpeta de investigación por el delito de fraude procesal, por lo que los nuevos inquilinos salieron y cerraron los locales comerciales. Hasta el momento los afectados desconocen el avance de las investigaciones.
Araceli Morán dijo dos días después del desalojo que decidieron permanecer en el callejón, porque somos una situación viviente, y los que pasen nos van a mirar y no se les va a olvidar que fuimos sacados de Argentina 110 con violencia
.