Kansas City. Un adolescente de 15 años que está entre los acusados de abrir fuego durante la celebración del Supertazón de los Jefes de Kansas City fue sentenciado a ser recluido en un centro estatal juvenil.
“Este no es quien soy”, aseguró el adolescente, quien fue citado como R.G. en los documentos de la corte, en una audiencia el jueves. Se describió como un buen chico antes de que comenzara a asociarse con un grupo de compañeros que estuvieron involucrados en el tiroteo del 14 de febrero, reportó el diario The Kansas City Star.
Una conductora de radio local fallecida, 25 más resultados heridos y otros 69 más terminaron con lesiones desde huesos rotos, hasta dislocaciones al intentar huir, testificó el detective de la policía de Kansas City Grant Spiking.
La fiscalía del condado de Jackson aseguró que el tiroteo inició durante un altercado entre dos grupos. Lyndell Mays, uno de los tres hombres que enfrentan cargos de asesinato por la muerta de Lisa López Galván, es acusado de ser la primera persona que disparó.
Inmediatamente R.G. comenzó a disparar hacia Mays e hirió a otra persona de su propio grupo, Dominic Miller, quien también es acusado de asesinato, indicó Spiking.
“Tomaste unas malas decisiones, pero no te hace una mala persona, no te hace un mal chico”, indicó al juez de la Corte Familiar Administrativa del Condado de Jackson Jennifer Phillips durante el proceso de la audiencia de sentencia en una corte de adultos.
Normalmente el internamiento en las instalaciones del Departamento de los Servicios Juveniles dura entre 9 y 12 meses, reconoció un oficial.
Este mes, Phillips aceptó la admisión del adolescente de que cometió el delito del uso indebido de un arma al disparar con conocimiento hacia otra persona.
La oficina del Condado Juvenil de Jackson, que se encarga de los casos juveniles, desechó la segunda acusación de acción criminal con arma y acordó no pasar por el proceso de certificación y con lo que el caso hubiera llegado a la corte de adultos.
Jon Bailey, el abogado del adolescente, pidió que fuera liberado bajo un intensivo programa de supervisión y arresto domiciliario con la condición de que no utilice redes sociales.
“Nuestra casa no es un hogar sin él”, le dijo su madre a Phillips.
Pero un abogado que representa a la oficina juvenil argumentó que este tiempo en el centro juvenil ayudaría a separarlo de la negatividad de la influencia de sus compañeros.
Otros dos adolescentes fueron acusados en el tiroteo. Phillps determinó el mes pasado que uno de ellos no será acusado como adulto y el otro fue arrestado con cargos relacionados a portación de armas y no fue necesario llevar el caso al tribunal de adultos.