Washington. Un día después de que la vicepresidenta Kamala Harris se incorporara a la carrera por la Casa Blanca, 650 personas se presentaron a trabajar como voluntarias en la oficina de campaña del legislador demócrata Dan Kildee en Michigan.
La noche siguiente, en Nevada, 600 voluntarios más se registraron en el distrito del área de Las Vegas del congresista Steven Horsford. El electorado de la representante de Pensilvania, Madeleine Dean, estaba “encendido”. La legisladora de Nueva Hampshire, Annie Kuster, sentía un entusiasmo “palpable”. Y en los últimos días de la semana, el equipo de la congresista de Illinois, Jan Schakowsky, tenía 400 voluntarios listos para “subir al autobús” para hacer campaña por los demócratas en los estados vecinos de Michigan y Wisconsin.
“La teoría del caso demuestra su veracidad: existe un renovado entusiasmo con el Partido Demócrata por nuestra candidata, que encabeza la candidatura”, dijo la legisladora de Minnesota, Angie Craig, que formó parte del grupo de demócratas que llamó al presidente Joe Biden a abandonar la reelección.
Las semanas de desesperación entre los legisladores demócratas que creían que Biden no sólo perdería la Casa Blanca, sino que arrastraría con él a los candidatos al congreso, desaparecieron de inmediato. La inercia estática de la campaña de 2024 se transformó en energía cinética política cuando Harris se apoderó del partido, sorprendió al orden establecido y sacudió la contienda contra el republicano Donald Trump.
Mujeres, jóvenes y votantes no blancos comenzaron repentinamente a acudir en masa a los equipos de campaña demócratas. Las comisiones de campaña del Congreso para los demócratas de la Cámara y el Senado reportaron días de recaudaciones récord de 1 millón de dólares obtenidos en línea, que se cuentan entre las mayores de la historia. Los legisladores dijeron que las personas acudían sin ser llamadas, preguntando qué podían hacer para ayudar.
El giro, a poco más de 100 días de la elección, revive la esperanza del partido de recuperar la Cámara de Representantes y de luchar para mantener su mayoría en el Senado. En lugar de ser considerada simplemente como la última línea de defensa contra Trump y la agenda del Proyecto 2025, la posibilidad de obtener victorias demócratas está a la vista, a pesar de que los republicanos afirman que el impulso de Harris es una irregularidad que no durará.
El ascenso de Harris alivió, de momento, la dolorosa revuelta en el partido que mantuvo a los demócratas angustiados y ansiosos durante semanas.
“Estamos justo en la cúspide del miedo existencial y de la emoción de hacer historia”, dijo la congresista de Nuevo México, Melanie Stansbury.