El Congreso de Sinaloa aprobó declarar beneméritos a cinco sinaloenses distinguidos, Oscar Liera, Inés Arredondo, José Limón, Felipa Velázquez y Cecilia Zadi, para inscribir sus nombres en letras doradas en el Muro de Honor del salón de sesiones.
El pleno de la legislatura LXIV aprobó que se inscriban a los ilustres personajes que han participado en el reconocimiento de Sinaloa, a través de las letras, la poesía, la danza y la lucha social y declararlos beneméritos.
A Felipa Velázquez López la legislatura la rescata del olvido, pues además de estar en el Muro de Honor del Congreso de Sinaloa, lo está en la Sala de Mujeres forjadoras de Baja California al servicio de la patria.
Velázquez López nació en 1882 en el poblado serrano de La Noria, localidad de Mazatlán, y murió en la ciudad en 1949, fue hija de la familia de los campesinos Modesto Velázquez y Manuela López. En una publicación narra que fue desterrada del pueblo por el cura, por no estar de acuerdo con las ideas religiosas. Fue poeta, maestra, revolucionaria, fue de “Las Magonistas”, descripción del libro de Rubén Trejo Muñoz; escribió en las publicaciones de Librado Rivera, en “Paso”, “Sagitario”, “Avante”.
Tuvo una destacada participación en el movimiento agrarista de El Asalto a las Tierras, en el Valle de Mexicali, por lo que fue enviada al penal de Islas Marías, junto a 19 personas, entre los que iban dos de sus hijos.
En tanto, el dramaturgo Jesús Óscar Cabanillas Flores, conocido mejor como Oscar Liera, nació en Culiacán el 24 de diciembre de 1946. Desde niño mostró una gran inclinación por el teatro, pues en la casa paterna montó pequeños espectáculos con su hermana Carmen María.
Su primer libro, “La piña y la manzana”, lo publicó la editorial de la UNAM, institución en la que estudió teatro. En Culiacán formó el Taller de Teatro de la Universidad Autónoma de Sinaloa (TATUAS) y otros grupos en el norte y sur del estado.
Inés Amelia Camelo Arredondo nació en la ciudad de Culiacán el 20 de marzo de 1928. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Montserrant, donde se destacó como una alumna brillante.
Realizó estudios en la Escuela de Filosofía y Letras de la UNAM, donde creó un grupo de teatro y montó obras en los escenarios universitarios.
Su primer libro fue La señal, con el que obtuvo un éxito de la crítica. Obtuvo el premio Xavier Villaurrutia con su segundo libro “Río Subterráneo”. Dos de sus cuentos fueron convertidos en películas: “La sunamita” y “Mariana Mariana”.
Por su parte, José Arcadio Limón Traslaviña, conocido en el medio como José Limón, fue precursor de la danza moderna, nació en Culiacán, Sinaloa, el 8 de enero de 1908, en la calle Rosales, hijo del músico y director de orquesta Florencio Limón y de Francisca Traslaviña.
Fue en los Estados Unidos donde realizó sus estudios de manera formal, en la Universidad de California en Los Ángeles. Sus primeros maestros de danza en Nueva York fueron Dorís Humphrey y Charles Weidman, quienes lo influyeron con su pasión y disciplina.
En 11946 fundó su propia compañía, la José Limón Dance Company, primera compañía norteamericana en hacer gira por Europa.
También el de Cecilia Zadi, que cuyo verdadero nombre fue Haydée Escobar Félix Díaz, nació el 9 de julio de 1868 en el municipio de El Rosario, mujer de clase social alta.
Fue una autora liberal, poeta, investigadora, escritora, periodista y pionera del movimiento feminista mexicano a finales del siglo XIX. Además de ser editora del periódico El Correo de la Tarde, colaboró en revistas y libros.
En Mazatlán publicó su primer libro de poesía: Versos a un Ángel, en 1894, una narrativa espejo hecho poema, del profundo dolor causado por la muerte de su hijo.