Al final del Gran Premio en Hungría, el ingeniero mecánico de la UNAM y director de McLaren en tiempos de Ayrton Senna, Jo Ramírez, conversó durante unos minutos con Christian Horner, jefe de Red Bull. El británico no estaba contento. Aunque el piloto mexicano Sergio Pérez arrancó desde la decimosexta posición y terminó séptimo, sus errores en la actual temporada de la Fórmula 1 han comprometido su permanencia en la escudería.
El problema de Checo es que trabaja solo, no escucha a nadie. Christian es la única persona con la que podría hacerlo. Él sigue creyendo que es un buen carrerista, pero ha cometido errores estúpidos
, dice Ramírez a La Jornada. Yo admiraba cómo resistía la presión de una carrera. Ahora, de seis pilotos con un auto ganador en la F1, el de él es el último. Muchas cosas lo han sacado de su papel, muchos amigos, muchas inversiones. Y este es uno de los trabajos más exigidos que hay en el mundo
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En una cronometrada compleja y con las condiciones de pista muy cambiantes, Checo sufrió el domingo su cuarto choque en la temporada, esta vez en la ronda de clasificación. El accidente propició que inmediatamente se levantara la bandera roja en el trazado. Con la repetición en las pantallas, Horner no quiso perder más tiempo.
Creo que he demostrado ser muy paciente, pero esto era lo último que él y el equipo necesitaban
, dijo ante la prensa europea. Sus palabras resonaron en el garaje de Red Bull.
La cúpula de la escudería decidirá el futuro del mexicano en cuanto termine la primera mitad de la temporada, el próximo domingo en Bélgica. Checo necesita un poco de ayuda. Entró en un agujero del que le está costando trabajo salir
, agrega el ex director de McLaren. En Red Bull saben que ninguno de los pilotos en reserva va a estar a la altura de Checo. Ni (Daniel) Ricciardo ni Liam Lawson ni tampoco Yuki Tsunoda. A él lo contrataron para ser el escude-ro de Max Verstappen y la temporada pasada lo hizo muy bien. Ahora la situación es más complicada
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Desde su primer choque en Mónaco, Pérez no pudo recuperar el control de su auto. En Canadá abandonó el circuito mientras en Gran Bretaña concluyó en el puesto 17, a dos vueltas de distancia del ganador Lewis Hamilton. La debacle de Checo continuó en Silverstone y Hungría, con accidentes que lo dejaron fuera de pista y de la zo-na de puntos. No quiero entrar en detalles sobre contratos, pero habrá una reunión después de Bélgica y analizaremos todo el problema
, advirtió el asesor de Toro Rojo, Helmut Marko. Aunque tiene un acuerdo firmado hasta 2026, nada garantiza su continuidad.
A diferencia de Checo, Verstappen es un piloto que vive entregado a la Fórmula 1. Cuando no está en una carrera, se mete al simulador para aprender cosas nuevas. Mucha gente piensa que el problema está en el coche, pero si él estuviera al mismo nivel que Max, Red Bull no tendría por qué utilizarlo de conejillo de indias. El contrato se puede terminar al final de año, porque hay algunas cláusulas que lo permiten. Pero yo no creo que suceda. Marko odia a los latinos. Horner es el único que puede ayudarlo a mejorar, a pesar de sus errores.
Al tener una parrilla alternativa, con el equipo RB Racing, Red Bull puede disponer de cuatro pilotos e intercambiarlos: el australiano Daniel Ricciardo, el joven Liam Lawson y el japonés Yuki Tsunoda. Con el mexicano ubicado en la séptima posición en la clasificación de pilotos, los jefes del equipo evalúan si es momento de un plan B.
Sería una pena grandísima
, reconoce Ramírez; porque costó mucho tiempo y trabajo llevarlo a la Fórmula 1. Y Checo lo hizo bastante bien. El problema es que ni siquiera admite que Verstappen es un fuera de serie, un fenómeno al que no puede llegarle ni a dos o tres décimas en una carrera
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