Barcelona. Barcelona no puede absorber un crecimiento continuo y desenfrenado del número de turistas y tiene que imponer restricciones para no convertirse en un “parque temático” sin residentes, declaró el martes a Reuters el alcalde Jaume Collboni.
El mes pasado, Barcelona -la ciudad española más visitada por extranjeros- se comprometió a cerrar todos los alquileres por lapsos cortos de aquí a 2028 para contener la escalada de los precios para los residentes.
Y a principios de este mes, las imágenes de una protesta contra el turismo se hicieron virales después de que algunos manifestantes utilizaran pistolas de agua para rociar a los turistas, en medio de las crecientes concentraciones contra el turismo de masas en España.
Collboni aseguró que seguirá esforzándose por limitar la oferta turística, ya que no puede influir en la demanda, que, según sus estimaciones, es infinita y podría crecer entre 3 y 8 por ciento al año, una cifra que “ninguna ciudad” puede absorber.
El año pasado, unos 26 millones de turistas visitaron esta ciudad de 1.6 millones de habitantes, donde el turismo representa 15 por ciento de su economía, y las autoridades se preparan para un 2024 potencialmente récord.
Para Collboni, “el turismo tiene que estar al servicio del modelo de ciudad, no al revés. Eso es lo que estamos haciendo en Barcelona”, por lo que espera que otras ciudades imiten la prohibición de los apartamentos turísticos.
Sin embargo, los visitantes optan cada vez más por alquilar casas de vacaciones cuando viajan; así, los alquileres a corto plazo por parte de turistas extranjeros en España aumentaron 24 por ciento entre marzo y mayo, según la asociación del sector turístico Exceltur.
Collboni, cuyo mandato finaliza en 2027, descartó relajar la prohibición y defendió su legalidad. Tampoco tiene previsto suavizar la actual prohibición de abrir nuevos hoteles en el centro de la ciudad.
En cambio pretende elevar la tasa urbana que pagan los pasajeros de cruceros que permanecen menos de 12 horas en la ciudad.