Ciudad de México. Rafael Márquez, ex capitán y ahora principal ayudante del técnico Javier Aguire en la selección nacional, dejó su cargo al frente de la filial del Barcelona con la confianza de que un día podría regresar. “Como ya sucedió en mi etapa de jugador en el club, espero que no sea un adiós, sino un hasta pronto”, expresó este martes el michoacano luego de integrarse al proyecto de la Federación Mexicana de Futbol rumbo a 2026 y 2030.
En una carta abierta difundida en redes sociales, Márquez hizo un breve recuento de las dos temporadas que dirigió en España, de su relación con los jugadores, directivos y trabajadores del club. “Me han ayudado a darme cuenta que hay una pasión y una idea que debo seguir puliendo con base en el trabajo”, señaló, convencido de que en el Tricolor tendrá la posibilidad de transmitir “mis conocimientos, valores y mi pasión por el futbol”, como en su etapa futbolística.
“Este nuevo reto lo afronto con la responsabilidad que merece. Es el orgullo por mi país ante un compromiso tan importante como es jugar un Mundial en casa. En mi vida nunca me ha gustado estar en una zona de confort. Una de las cosas más importantes en mi filosofía es que, para conseguir objetivos, el trabajo duro es la piedra angular, por lo que daré todo lo mejor de mí para poder ayudar a mejorar cada área en la que me toque trabajar”, concluyó.